El calvario del atleta sudafricano Oscar Pistorius parece que recién está arrancando. Tras recibir la condena de cinco años de prisión por haber matado a su novia, el deportista olímpico pasó sano y salvo su primera noche en la peligrosa cárcel Kgosi Mampuru II de Pretoria.
La mayor preocupación que tiene Pistorius es que otros presos quieran matarlo o violarlo, por lo que las autoridades de la prisión decidieron darle una celda individual cerca de la enfermería, con el fin de brindarle protección.
Razones no le faltan a Pistorius, ya que en el penal de Pretoria se encuentran los delincuentes más peligrosos del país: el checo Radovan Krejcir, torturador y secuestrador; y el sudafricano Annanias Mathe, asesino y violador serial.
Según fuentes de la cárcel, Pistorius llegó muy nervioso al penal y tuvo que recibir ayuda psicológica.
El atleta, que cuenta con dos piernas ortopédicas, deberá cumplir una pena de cinco años de prisión, pero podría quedar en libertad condicional a los diez meses.