jueves 28 de marzo del 2024

Szymon Marciniak, la pesadilla de Messi

El árbitro polaco será quien imparta justicia en el debut del seleccionado argentino ante Islandia. Las características de un juez permisivo.

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El polaco Szymon Marciniak será el árbitro en el debut de la Selección Argentina con Islandia. Dirigió en dos ocasiones a Barcelona y en ambos partidos fueron duras derrotas para el equipo culé de las cuales participó Lionel Messi.

Este juez internacional nacido en Plock, Polonia, hace 37 años, se cruzará por tercera vez en su carrera con Messi, pero en esta oportunidad el rosarino tendrá la casaca albiceleste.

El brillante Barcelona no estaba funcionando bien en la UEFA Champions League, y el astro argentino vio como su equipo caía categóricamente en octavos de final 0-4 con el PSG, pero luego lo daría vuelta en el Camp Nou. En la siguiente ronda iría a Turín a visitar a Juventus y caería 0-3 con el equipo de Higuaín y Dybala.

Para los que creen en el dicho “la tercera es la vencida”, se podrán contentos ya que Marciniak tiene un breve historial con el seleccionado islandés, en el cual lo arbitró en dos ocasiones y ambas fueron triunfo. El primero fue en la Euro de Francia 2016, cuando el elenco vikingo se impuso 2 a 1 ante Austria. El segundo triunfo fue un contundente 3 a 0 de visitante ante Turquía por las Eliminatorias de Rusia 2018.

Según el corresponsal de la web Word Referee, en un análisis del partido con Austria, asegura que Marciniak es un árbitro que no se diferencia del resto. Que no sobresale físicamente ni es un gran conductor de encuentros. Es un juez permisivo porque cuando se producen encontronazos en la zona media del campo de juego no sanciona ninguna falta, como sí se suele hacer en los Mundiales.

Sin embargo, sanciona penal por un simple tirón de camiseta. Ese día cobró un penal para el conjunto austríaco por una leve sujeción sobre el defensor Alaba. En ese caso, se cuestiona su coherencia. Además, lo critican por dejar que la selección de Islandia retrasara la reanudación del juego cuando iba en ventaja, y que recién mostrara una tarjeta amarilla a los 82 minutos del partido por demorar.

En conclusión, se puede decir Marciniak deja que el juego fluya pero no pone límites en los momentos indicados, como sí lo haría un árbitro experimentado o con un carácter más fuerte. Eso le puede jugar en contra con una selección sudamericana, y más si Islandia propone un partido con pierna fuerte y friccionado. Por eso será muy importante que el árbitro polaco acierte en las primeras medidas disciplinarias. De no ser así, veremos un partido con los jugadores argentinos yendo encima de él para protestar cada decisión.

(*) Árbitro Nacional de Fútbol (SADRA) y periodista deportivo.