En líneas generales, en un Mundial una lesión muscular es casi sinónimo de despedida. Las lesiones musculares, sean de la gravedad que sean, son muy frecuentes en el fútbol porque es un deporte donde el sprint y las situaciones no pre-programadas son habituales.
La UEFA ha investigado mucho en torno a esto y ha llegado a la conclusión de que el 85% de las lesiones que comprometen a un futbolista afectan sus miembros inferiores. Y dentro del grupo las más habitual está la lesión muscular de los isquiotibiales: distensiones, desgarros, contracturas… Todas ellas acaparan casi el 20% de las lesiones que pueden llegar a tener un futbolista en un evento deportivo.
Alan Dzagoev, quien sufrió un desgarro en el isquiotibial, no ha sido una excepción a esta regla.
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