viernes 19 de abril del 2024

Gracias Scaloni, volvé en veinte años

El entrenador se hizo cargo de un fierro caliente y alternó buenas y malas durante la Copa América. Pero en la Selección deben estar los mejores. Galería de fotosGalería de fotos

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Lionel Scaloni se hizo cargo de un fierro caliente que nadie quería agarrar con una enorme exposición y muy permeable a la crítica de la prensa y de los hinchas en un país donde se respira fútbol y hay 40 millones de técnicos que opinan sobre cada una de sus decisiones. Observándolo de esa manera, podemos ver parte del vaso medio lleno pero la realidad es que también asumió un desafío para el cual no está preparado. Un entrenador no puede debutar como tal en la Selección Argentina. Llegar a ese lugar de privilegio debe ser un premio a años de trayectoria exitosa y no un banco de pruebas. En la Selección tienen que estar los mejores. Se puede probar jugadores pensando en el futuro pero se necesita un conductor que inspire confianza y achique el margen de error lo máximo posible porque en cada detalle se puede ganar o perder un partido.

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La crítica no es personal contra Scaloni sino todo lo contrario. Nunca quedó claro de qué se trata el proyecto a 10 años que vendió el presidente Claudio Chiqui Tapia ni la designación de César Luis Menotti como Director de Selecciones Nacionales sin la potestad de elegir él al entrenador. ¿Cuál es su función, más allá de la innegable magnitud de su figura y su sabiduría incuestionable?

Scaloni alternó buenas y malas durante la Copa América. Si bien es cierto que en el transcurso del torneo el equipo se fue afianzando, también es una realidad que los únicos dos partidos que ganó fueron ante selecciones de menor nivel como Qatar y Venezuela, no pasó del empate ante una Paraguay en reconstrucción y perdió ante las dos selecciones más fuertes como Colombia y Brasil.

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También es una realidad que como saldo positivo se profundizó el proceso de renovación y luego de la experiencia en Brasil jugadores como Lautaro Martínez, Leandro Paredes, Rodrigo De Paul y Juan Foyth parecen haber llegado a la Selección para quedarse. Sin embargo otras tantas apuestas salieron mal y su futuro con la camiseta argentina es una incógnita como los casos de Guido Rodríguez, Renzo Saravia, Matías Suárez, Milton Casco, Paulo Dybala y Guido Pizarro por citar algunos nombres que jugaron poco y nada y lejos del nivel esperado, y el entrenador no les ratificó la confianza poniéndolos y sacándolos ante el primer error.

Parches. Muchos jugadores terminaron destacándose más por sus virtudes individuales que por encontrar un equipo y un sistema que los cobijara y terminaron haciendo un gran esfuerzo cumpliendo funciones para las que no están acostumbrados. Foyth tuvo una gran actuación en la marca pero su puesto natural es marcador central y la Selección necesita laterales que vayan al ataque para ser protagonista. Paredes podría rendir mucho más con un 5 de marca al lado. De Paul hizo un esfuerzo enorme para cumplir con un ida y vuelta incansable que no está en su naturaleza. Agüero y Lautaro Martínez corrieron a todos para convertirse en los primeros defensores e intentar disimular de esa manera la falta de peso en la mitad de la cancha.

Entre partido y partido, Scaloni fue encontrando variantes para mejorar el rendimiento colectivo y hasta logró prescindir de la mejor versión de Messi, que sin dudas si hubiera aparecido en su máximo esplendor la historia podría haber sido distinta. Como contrapartida, por lo general, su lectura de juego y los cambios durante los partidos nunca lograron potenciar al equipo y más de una vez Lautaro Martínez pagó el peso de la presencia de los históricos siendo reemplazado cuando era el mejor hombre de la cancha.

Llega la hora de realizar un análisis profundo y decidir el rumbo que le quieren dar a la Selección Argentina y obviamente esas cuestiones escapan a Lionel Scaloni. Marcelo Gallardo es el candidato de todos pero primero habrá que enderezar la nave y después designar al entrenador. Scaloni demostró cualidades y tiene futuro como entrenador pero la Selección Mayor le quedó grande.

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