Firme en sus convicciones, el serbio Novak Djokovic expresó que continuará con su postura de no vacunarse contra el Covid-19 y que está dispuesto a sacrificar los próximos Grand Slams en Roland Garros y Wimbledon.
"Ese es el precio que estoy dispuesto a pagar", señaló el Djokovic sobre una posible ausencia en los grandes torneos de París y Londres. Además, el balcánico no quiere que se lo asocie con el movimiento antivacunas, pero defiende el derecho de cada individuo a elegir lo que se introduce en su cuerpo.
"Nunca he estado en contra de la vacunación", agregó el número uno del tenis mundial, indicando que ya se había vacunado antes contra otras enfermedades. "Pero siempre he apoyado la libertad de elegir lo que metes en tu propio cuerpo. Este principio es más importante para mí que cualquier título", continuó en una entrevista mano a mano para la cadena inglesa BBC.
En esa misma línea, Djokovic sumó en su primera entrevista que dio tras el escándalo de Melbourne: "Trato de estar en sintonía con mi cuerpo tanto como sea posible". Sobre su deportación en Australia, el serbio dijo: "Estaba triste y decepcionado".
Djokovic pone en riesgo su carrera por no querer vacunarse
Djokovic, el tenista número uno del mundo, fue deportado de Australia en enero tras quince días de polémica por no presentar su pasaporte sanitario, sin que pudiera defender su título en Melbourne, donde su gran rival, el español Rafael Nadal, conquistó su 21° torneo de Grand Slam, uno más que Nole y el suizo Roger Federer.
El número 1 de la ATP también espera que los requisitos para las vacunas cambien y que pueda "volver a jugar durante muchos años".
Aunque Djokovic se mantuvo abierto y no descartó la posibilidad de inocularse la vacuna en el futuro, puesto que, aseguró, "todos estamos buscando, colectivamente, la mejor solución posible para acabar con el Covid".