Nació en Rosario, Provincia de Santa Fe, pero desde hace años Nadia Podoroska está radicada en Alicante, España, ciudad en la que entrena y desde donde tiene acceso cercano a una cantidad de torneos y rivales que le fueron permitiendo cimentar un crecimiento tanto en la calidad de su juego como en los resultados y, por ende, en el ranking mundial de la WTA.
Nadia asomaba como una gran promesa ya desde sus años juveniles, y a principios de 2016 fue convocada por el “Negro” Marcelo Gómez -el mismo que descubrió a Juan Martín del Potro desde su club Independiente de Tandil- a integrar el equipo argentino que él capitaneaba, y que disputaría la Zona Americana de la Fed Cup, la copa mundial de naciones del tenis femenino, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
Jugadora destacada tanto en singles como en dobles, diestra, con revés a dos manos y predilección por las canchas rápidas, la santafesina fue creciendo en el escalafón y la consideración del mundo tenístico, hasta que en 2017 sufrió varias lesiones, una en la muñeca que la mantuvo alejada del circuito por ocho meses.
Lejos de amedrentarse por estos contratiempos, Podoroska apostó a sus condiciones y especialmente a su voluntad de progreso, y fue su tenacidad la que permitió dejar atrás tiempos difíciles para planificar con su equipo un ascenso escalonado que comenzó por torneos de menor puntaje y premios económicos, a las clasificaciones de citas de mayor envergadura, para luego entrar directamente al cuadro principal de los torneos que reparten 60.000, 80.000 y 125.000 dólares en premios, evitando el desgaste de las rondas previas y ganándose un lugar entre las primeras 150 del mundo.
En Roland Garros, Podoroska mostró un juego firme desde el fondo de cancha, con ocasionales pero exitosas subidas a la red para definir los puntos y, especialmente, una gran tranquilidad para afrontar los encuentros
Como representante nacional, su logró más destacado fue la medalla de oro en singles que obtuvo en los Juegos Panamericanos Lima 2019, en una épica final en la superó a la estadounidense Dolehide luego de tenerla casi perdida en dos tramos del partido. Su brillante actuación le posibilitó clasificarse a los Juegos Olímpicos Tokio 2020 que, como es sabido, se llevarán a cabo a mitad de 2021 producto de la pandemia ocasionada por el coronavirus.
En este 2020 y ya consolidada en su camino de constante crecimiento, obtuvo los títulos de los torneos W25 de Malibu, Estados Unidos y Petit-Bourg, Isla de Guadalupe, pasos iniciales en el camino del circuito femenino, los que precedieron sus conquistas más resonantes.
Recientemente, Nadia fue protagonista de un hecho que quedará en la historia del tenis mundial. Luego de casi cinco meses de interrupción de las competencias oficiales a nivel mundial en razón de la pandemia, fue la primera jugadora del planeta, entre hombres y mujeres, en ganar un partido oficial: lo hizo el 1° de agosto pasado por la ronda clasificatoria inicial del torneo de Palermo, Italia.
Su último y reciente salto lo dio hace un par de semanas llevándose el torneo W60 de Saint-Malo, en el norte de Francia, el título individual más importante de su carrera hasta ahora. Comenzó el año en el puesto 258 del ranking de la WTA y actualmente se ubica en el lugar 131, habiendo cosechado 39 victorias y sólo 6 derrotas en lo que va de este particular 2020, es decir, alcanzando un 87% de efectividad.
En menos de cinco meses de actividad tenística, tuvo un avance de prácticamente el 100% en su clasificación. Y al año le quedan aún, al menos 60 días más para concluir la temporada, por lo que sus expectativas son más elevadas.
En cuanto a su presencia en Grand Slams, Nadia Podoroska ya se había dado el gusto de participar en el cuadro principal del Abierto de los Estados Unidos de 2016 llegando desde la etapa de clasificación, pero las lesiones comentadas le impidieron consolidar esa presencia que ahora retoma su curso en el presente Roland Garros 2020.
Precisamente, accede al torneo parisino luego de atravesar la ronda clasificatoria en la que cosechó sus tres triunfos sin perder un solo set al igual que lo hizo en su debut en el cuadro principal, lo que no sólo le brinda confianza para seguir adelante, sino que le permitirá continuar escalando, y ello se verá reflejado al cabo del presente Grand Slam.
En estas presentaciones Nadia mostró un juego firme desde el fondo de cancha, con ocasionales pero exitosas subidas a la red para definir los puntos y especialmente una gran tranquilidad para afrontar los encuentros, lo que se ve reflejado a partir de su saque que si bien no es una arma decisiva en la mayoría de las jugadoras, su precisión y colocación le permiten defenderlo para reducir un punto de vulnerabilidad que se ve habitualmente en el tenis femenino.
Este miércoles a las 6 de la mañana y por la segunda ronda de Roland Garros, le toca enfrentar a una dura rival con la que hasta ahora no se había cruzado en el circuito profesional: la kazakstaní Yulia Punitseva, número 27 del ranking y 23° preclasificada en el torneo, que viene de aplastar a la belga Flipkens por 6-2 y 6-1. Pero a esta altura nada asusta a Podoroska, que en primera ronda superó por el mismo resultado a la también belga Minnen en sólo 54 minutos, lo que le permite llegar con el ánimo inflado y en busca de dar otro golpe en el tenis.
Por supuesto que Nadia también está muy bien respaldada, porque a este nivel ningún éxito se sostiene sólo. Por eso, también debe dársele un gran crédito a sus entrenadores Emiliano Redondi y Juampi Guzmán, que la acompañan y la aconsejan en este camino que seguramente la seguirá viendo crecer y triunfar.
Daniel Álvarez (@chipandchargear)