Hace 25 años se jugó uno de los partidos más escandalosos del fútbol argentino. En Liniers, el Vélez de Carlos Bianchi goleaba 5-1 al Boca de Diego Maradona y Claudio Caniggia, entre otras estrellas, en una noche caliente que tuvo al árbitro Javier Castrilli como el villano principal.
Castrilli se convirtió en el gran protagonista luego de expulsar a Néstor Fabbri y a Maradona, casi en simultáneo. Boca perdía 2-1 tras un gol de tiro libre de José Luis Chilavert y le cobraron un inexistente penal a Carlos Mac Allister. Luego, todo todo se desmadró. Llegaron las protestas de los jugadores xeneizes contra el árbitro y comenzaron los incidentes.
"Uno no puede recordar esos momentos sin experimentar un dejo de dolor y de angustia porque no fueron momentos agradables para nadie. Fue un partido totalmente desnaturalizado con incidentes en la tribuna", comenzó a relatar Castrilli en ESPN. El Sheriff, con su seriedad habitual, recordó el cara a cara que tuvo con Maradona luego de haberle mostrado la tarjeta roja.
Una de las preguntas que surgió en el diálogo con el ex árbitro fue el motivo por el cual no le contestó a Maradona por qué lo había expulsado. Se recuerda la imagen de Navarro Montoya explicándole a Diego que Castrilli no le iba a responder.
"Maradona sabía perfectamente los motivos por los que lo había expulsado. Hizo señas inequívocas hacia mí en el peor momento de los incidentes. Lo tomé como una incitación a la violencia. Cuando le mostré la tarjeta roja, automáticamente se va", se defendió Castrilli.
A 25 años del cruce entre Maradona y Castrilli en el Vélez-Boca
