Para algunos hinchas de Boca, Ricardo Gareca es considerado un traidor junto con Oscar Ruggeri por haberse ido a River en un momento complicado de la institución xeneize a mitad de la década del 80. El Tigre explicó cómo fue aquella salida y la historia que lo llevó a "cambiarse de bando".
"No he tomado buenas decisiones", respondió Gareca en el programa de Alejandro Fantino en ESPN cuando le consultaron por aquel pase a River en 1985. "La gente de Boca me puteaba cuando iba con Vélez o Independiente. Ellos me lo hicieron sentir, quizá con el tiempo las cosas se apaciguaron", la siguió el actual DT de la selección peruana.
Sin embargo, Gareca contó que no le prestaba atención a las hostilidades de los hinchas de Boca por su traspaso a River: "Nunca hice gestos y fui respetuoso cuando ellos me insultaban. Era una época jodida en Boca, por lo económico. Hice muchos goles en poco tiempo, metí como 66 goles", recordó el Tigre.
Por qué Gareca tomó la decisión de irse de Boca a River
Gareca, que venía de jugar a préstamo en Sarmiento de Junín, regresó a Boca con altas expectativas. Sin embargo, años más tarde tomaría la decisión de irse nada menos que a River. Pero, ¿cómo fue?
"Ruggeri y yo no nos queríamos ir. Viene un día Guillermo (Cóppola), que era el representante, y nos dice que (Hugo) Santilli (presidente de River en ese entonces) nos quería llevar a River. Pero no nos queríamos ir. Nosotros nos quedábamos en Boca por la mitad de lo que nos daba River, pero nos dieron un cheque que vino rechazado. De caliente, resolvimos los dos irnos para River", se defendió el Flaco.
El calvario que vivió Gareca por el pase de Boca a River
Hubo consecuencias luego del pase de Gareca a River, ya que los hinchas de Boca se indignaron por la situación. "Nos decían de todo, nos ponían carteles. Eso me desenfocó porque me costó ser titular en la Selección. Perdí el puesto", explicó.
Quien la pasó verdaderamente mal fue su compañero, Oscar Ruggeri, a quien los hinchas de Boca llegaron a prenderle fuego la casa acusándolo de traidor por ponerse la camiseta rival. El Cabezón contó que fue a buscar al jefe de la barra brava -por ese entonces era el Abuelo José Barrita- para pedirle explicaciones.
FH