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Un episodio insólito se vivió ayer en el estadio Goodison Park durante el partido por la Liga de Inglaterra entre el Everton y el Manchester City de Sergio Agüero y Pablo Zabaleta. Un hincha saltó al campo de juego y se esposó al palo de un arco. Tres minutos tardaron los efectivos policiales, en medio de forcejeos, para abrir las esposas y sacar al fanático fuera del campo de juego.
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