jueves 25 de abril del 2024

Messi, entre la epidemiología y el Ángel de la guarda

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“Siempre estaré agradecido a Messi porque gracias a él se me conoce. En condiciones normales sería uno más, pero en estas condiciones soy el fisioterapeuta de Messi, el ‘ángel de la guarda” Juanjo Brau (2010).

La epidemiología es una ciencia que se dedica al estudio de la frecuencia, distribución y control de los problemas relacionados con la salud de la población. Algunas de sus funciones, a través de la recopilación y análisis de la información existente, son: describir las enfermedades, descubrir los factores predisponentes y predecir su tendencia a futuro.

Con la confirmación, por parte del departamento médico del Barcelona, de que Lionel Messi sufrió un nuevo desgarro (el cuarto en seis meses), se desató una “ola de pánico” en la Argentina, en relación al futuro futbolístico del capitán, teniendo en cuenta la cercanía de la Copa del Mundo de Brasil 2014. El historial de lesiones de Messi, en su carrera deportiva, tiene una peculiaridad difícil de soslayar.

Desde su debut en la Primera División del Barcelona (16/10/2004), en el derby catalán, Messi sufrió once parates que podrían adjudicarse a una lesión deportiva: de esos once, nueve fueron por lesiones musculares en los isquiotibiales.

Los isquiotibiales, como su nombre lo indica, son un grupo de músculos de la cara posterior del muslo que van desde el isquion (forma parte del hueso coxal) a la tibia (y también al peroné), siendo importantes en la bipedestación y en la flexión de la pierna sobre el muslo. Una de sus características relevantes es que actúan como antagonistas al cuádriceps, y al ser más débiles (lo normal es que su fuerza ronde el 60/70% de la del cuádriceps), son un lugar frecuente de lesión.

En el caso de las lesiones de Messi, la distribución se duplicó en frecuencia en la pierna inhábil con respecto a la hábil (o fuerte): tres en la pierna izquierda (dos en 2007-08 y una en 2013-14) y seis en la derecha (dos en 2005-06, una en 2007-08, una en 2012-13 y dos en la actual 2013-14). Un detalle que podría parecer una casualidad, pero no lo es, es que durante los cuatro años de Josep Guardiola al frente del Barcelona, Messi sólo estuvo ausente durante quince días y no por una lesión muscular: fue por un esguince de tobillo, como consecuencia de un traumatismo.

Antes de hacerse cargo del Barcelona, a mediados de 2008, la dirigencia le pidió a Guardiola un análisis exhaustivo sobre la situación del equipo. Entre las recomendaciones de Pep se sugería una reestructuración de la plantilla basada en tres fundamentos: profesionalización del equipo, modificaciones en los servicios médicos y en la preparación física, y modernización del estilo de juego.

Al ser elegido como DT, Guardiola incorporó profesionales específicos para cada área. El Dr. Daniel Medina (como médico del equipo), el Dr. Ramón Segura (como asesor nutricional), el fisioterapeuta Lorenzo Buenaventura (como coordinador, junto a Emili Ricart y JuanJo Brau) y le dio continuidad y poder de decisión a Paco Seirulo, en la preparación física. Sería excesivo describir puntualmente como el “Team Guardiola” modificó los hábitos del plantel, pero era tal la relevancia que le daba a estos asuntos que en 2009 prescindió de los servicios del fisiólogo Esteban Gorostiaga al enterarse que este filtró un memo a la dirigencia desaconsejando que el equipo peleara las tres competencias (Copa, Liga y Champions): Guardiola hizo caso omiso a la “sugerencia” y el Barcelona se alzó con la triple corona.

La salida de Pep abrió un goteo, lento pero progresivo, dentro del staff técnico del Barcelona. Paulatinamente, aquellos que llegaron con él, se fueron alejando de la institución: algunos tentados por el Bayern Munich, otros por factores desconocidos. Entre ellos se encuentra, JuanJo Brau quien fuera la estampilla de Messi durante los últimos cuatro años. En él residía la responsabilidad de cuidar, prevenir y recuperar a Messi durante la etapa de competencia, hasta hubieron oportunidades donde veranearon juntos.

Probablemente, debido a las recurrentes lesiones, el año futbolístico de Messi haya llegado a su fin. En él, el pueblo argentino ha depositado todas sus esperanzas de alcanzar la gloria en el 2014. No hay sueño más importante, para todos los argentinos que aman el fútbol, que ver a Messi en el Maracaná, alzando la Copa del Mundo. Son muchos los que ya empezaron a rezarle a Dios para que le envíe un nuevo “Ángel de la Guarda”.