Ya es una final caliente. Pero no por lo que pueda pasar adentro de la cancha ni por el clásico carácter aguerrido de unos y otros, sino por lo que concierne a las tribunas. Tanto uruguayos como paraguayos hicieron sentir su bronca por las pocas entradas disponibles para ver la gran final de la Copa América, que se disputará el domingo a las 16 en el estadio Monumental.
Cientos de uruguayos expresaron su molestia tras el anuncio de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) de que no venderá entradas en el país. "Las únicas entradas que tenemos hasta ahora son 5.700, de las cuales 1.000 se quedan para los jugadores", declaró a radio Carve el presidente de la AUF, Sebastián Bauzá, antes de señalar que proseguían las negociaciones.
Las demás localidades habían sido reservadas por agencias de viaje "desde el primer partido", agregó el dirigente, y otras serán vendidas a dirigentes del fútbol. "No entiendo cómo a la finalista de la Copa le dan menos del 10% de la capacidad del estadio", declaró Bauzá al diario Ultimas Noticias.
El presidente de la AUF desmintió además un comunicado de la empresa argentina Ticketek, según el cual 7.500 entradas habían sido entregadas a la asociación, y que éstas sólo podrían adquirirse "en la sede" de la organización. "La asociación en este momento no tiene ninguna entrada para vender, (...) ni en el estadio (Centenario)", aseguró.
Tras vencer 2-0 a Perú en semifinales, "hicimos una nota tanto a AFA como al comité organizador diciendo que necesitábamos entradas; no puede ser que tengamos menos de 10.000", se quejó Bauzá.
"Hay un millón de paraguayos viviendo en Argentina, para ellos va a ser más fácil llegar a estas entradas", declaró el titular de la AUF. Sin embargo, del otro lado también se escucharon reclamos.
Hinchas de Paraguay manifestaron su bronca ante la falta de localidades disponibles. El presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), Juan Ángel Napout, dijo que ya no contarán con entradas y no pedirán más debido a las pérdidas luego del partido se semis ante Venezuela, cuando se vendieron muy pocos tickets.
