Las declaraciones de los jugadores y el cuerpo técnico de la Selección demuestran lo que significan los seis puntos que consiguió Argentina en esta doble fecha de Eliminatorias tras las victorias ante Chile y Bolivia.
"Tranquilidad", es la palabra que resume la sensación de los futbolistas al dejar el Estadio Mario alberto Kempes, donde sintieron el aliento y el calor de los casi 60 mil cordobeses que dijeron presente.
Es cierto que Gerardo Martino no pudo contar con el Lionel Messi en los primeros cuatro partidos pero también es una realidad que Argentina tiene figuras de sobra para no depender sólo de un jugador, incluso aunque se trate del mejor del mundo.
Brasil es el contraste de la tranquilidad que pueden sentir los jugadores argentinos. La Verdeamarela empató los dos partidos que jugó y hoy mira la tabla de posiciones y se encuentra sexto, fuera de los cinco primeros que van al Mundial (el quinto juega repechaje).
Con Venezuela, Perú y Bolivia prácticamente sin chances más allá de que aún falten muchos partidos, hay sólo cinco cupos para repartirse entre siete selecciones. Por ese motivo cada encuentro es decisivo. Y por ese motivo Ramón Díaz no pudo ocultar su bronca porque una vez más a Paraguay le empataron en tiempo de descuento como había pasado la semana anterior ante Ecuador y esos cuatro puntos menos le duelen (y mucho) al conjunto guaraní.
Ecuador y Uruguay son los líderes, aunque uno viene en bajada y otro en pleno crecimiento y con la confianza de haber recuperado a Luis Suárez. Colombia fue el otro gran ganador de esta doble fecha, y al igual que Chile, demostraron que están para pelearle a cualquiera y que siguen siendo de las selecciones más importantes del continente.
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