La violencia se hizo presente en un partido de rugby juvenil en Francia e involucró a un jugador del Saint-Esteve, quien dejó inconsciente al árbitro tras pegarle una trompada en la cara.
La situación se fue de las manos cuando Benjamin Castly, el encargado de impartir justicia, amonestó al jugador del Saint Esteve. Éste no toleró el fallo y golpeó salvajemente al referí, quien cayó desmayado al césped.
Atónitos, los rivales del Toulouse intentaron frenar al agresor, pero recibieron más trompadas del violento jugador. Tuvieron que contenerlo entre varios para evitar más golpes.
El presidente del Saint-Esteve, Christian Cozza, condenó a su jugador, quien ya había sido castigado con cuatro partidos en esta temporada. El club anunció que echará al violento rugbier.
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