Los ciudadanos de todo el mundo tienen como gran oportunidad en las elecciones para demostrar su descontento con la política y en Egipto utilizaron la figura del héroe que les devolvió la posibilidad de jugar un Mundial después de 28 años provocando algo insólito: Mohamed Salah sumó más de un millón de sufragios y fue el segundo más votado pese a no presentarse en los comicios.
En las elecciones donde sólo acudió el 42 por ciento del padrón y Abdelfatá al Sisi arrasó con el 97 por ciento de los votos para ser reelecto como presidente del país africano, el segundo puesto oficial fue para el candidato Mustafa Moussa. Pero lo llamativo fue la gran cantidad de impugnaciones al elegir al delantero del Liverpool y máxima esperanza de Egipto para Rusia 2018.
Salah recibió más votos que Moussa y aunque todavía le queda mucho recorrido en el fútbol, ya puede pensar en una carrera política para cuando cuelgue los botines, como ya hicieron otros exfutbolistas con George Weah como caso más emblemático al llegar a presidente de Liberia.
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