La futbolista croata Ana María Markovic reflexionó acerca de cómo el mote de "la jugadora más sexy del mundo" afectó su carrera y su salud mental. "Me gustaban los artículos que me llamaban la futbolista más guapa o una de las más guapas porque me alegra saber que soy guapa. Pero luego aparecieron artículos en los periódicos en los que me describían como la futbolista más sexy. No me gustó eso. También por mi familia. Creo que hay que tener cuidado con lo que se escribe sobre la gente, sobre todo si no la conoces", explicó la delantera.
La atacante de 23 años milita en el Grasshopper de Suiza y es una de las piezas claves del seleccionado croata. Su selección no pudo clasificar a la próxima Copa del Mundo, que se disputará en 2023 en Australia y Nueva Zelanda.
Markovic contó a la gran cantidad de empresarios y periodistas que rechazó
Ana María contó que recibió decenas de llamados de empresarios que se ofrecían a ser su manager. La croata los rechazó uno a uno, consideraba que no la buscaban por sus aptitudes futbolísticas sino para explotar comercialmente el mote que ya era furor en Internet: "La futbolista más sexy del mundo".
"Mucha gente me escribió y pretendió ser una especie de manager, pero sé exactamente lo que quieren de mí. Nunca me han visto jugar al fútbol y sólo se fijan en mi aspecto. Creo que es una verdadera lástima. Creo que la gente así debería informarse más de antemano y ver lo que puedo hacer como futbolista. Muchas personas también me han dado la sensación de que soy bonita y que sólo por eso pueden hacer algo de mí en las redes sociales y quieren ganar dinero con ello", reflexionó Markovic.
"He salido en muchos periódicos y portales. Estuve en los medios de comunicación en todas partes. Cuando estaba con la selección nacional, de repente unos 25 periodistas querían verme para entrevistarme en el hotel del equipo. Entonces la asociación intervino para que pudiera concentrarme en el fútbol", expresó.
Pese a tener un gran presente futbolístico y sobre todo una enorme proyección a futuro, una vez más los medios patriarcales corren el eje al referirse a una deportista. Pareciera que no les alcanza o ni siquiera les interesa ver el rendimiento de una atleta dentro el campo, y deciden enfocarse en cuestiones secundarias como su aspecto físico, en el caso de Markovic, reduciendo sus condiciones futbolísticas a una innecesaria sexualización, que puede perpetuar estereotipos, generar estigmatizaciones y afectar no solo la carrera profesional sino directamente a la vida personal de la deportista.