A Boca Juniors se le escapó nuevamente la consagración en la Copa Libertadores, esa séptima corona que hace varios años ha estado muy cerca y que ante Flumiense volvió a quedar como deuda pendiente tras su caída por 2 a 1.
Luego de la dolorosa derrota, el plantel boquense regresó al país para retomar labores en la Copa de la Liga Profesional donde enfrentará a San Lorenzo, rival que no le ha dejado gratos recuerdos.
En Ezeiza los de Almirón fueron recibidos por varios hinchas, quienes los apoyaron a pesar del resutlado. No hubo reproches, al contrario, fueron palabras de agradecimiento a un equipo que luchó hasta el último momento.
Ahora la incógnita tendrá que resolverse y está vinculada con su futuro inmediato. Por el momento, su campaña en el campeonato local ha sido bastante floja y el acumulado en la tabla lo deja estacionado en puestos para militar en la Sudamericana 2024.
Los tres partidos de este certamen serán decisivos para poder cerrar el año con una alegría. En caso contrario tendrá la Copa Argentina para intentar redimirse en un torneo que ya lo ha visto festejar en ediciones anteriores.
GM
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