Quienes tienen más de 30 años recuerdan casi con seguridad el escándalo que se vivió en el Bolivia-Argentina por las Eliminatorias al Mundial de Francia 1998. La Selección de Daniel Passarella terminó jugando con ocho futbolistas, con el técnico cargando un herido en sus brazos y el estadio Hernando Siles de La Paz convertido en un hervidero.
Sin embargo, lo más recordado de aquel bochorno fue lo que sucedió con el delantero Julio Cruz, quien recibió un golpe en el pómulo derecho en medio de un tumulto contra la Policía y la delegación local. A Cruz lo llevaron al vestuario en una camilla humana que formaron Passarella, su ayudante Luis Seveso y Diego Cagna. Pero lo llamativo fue que unos minutos más tarde apareció con un corte en el pómulo izquierdo.
La maniobra quedó a la vista del mundo, y el escándalo se profundizó. El partido ya había terminado 2-1 a favor del equipo local luego de una semana de tensión porque Passarella había dicho que era “inhumano” jugar en la altura de La Paz.
Fernando Ochoaizpur, uno de los futbolistas de la Selección de Bolivia que estuvo en ese inolvidable partido, recordó hoy los sucesos: "Si Grondona no era el presidente de Argentina en aquel corte de Julio Cruz, a Argentina lo hubiesen suspendido por varios mundiales. Con esta dirigencia de Tapia, a Argentina la suspendían. Grondona tenía otro poder y solucionaba todo".
En declaraciones al programa de Radio Colonia Cómo te va, de Marcelo Benedetto, Ochoaizpur mencionó al Kaiser: “Antes de venir para Andorra almorzamos con Passarella y hablábamos del hecho sucedido en Bolivia en el 97. Coincidimos que el clima no era el mejor, ya la previa había sido muy caliente”.
Otros tiempos: esta noche, en un Monumental con apenas 21 mil hinchas, seguramente todo termine de una manera distinta.
