Agustín Lagos fue uno de los puntos altos de Atlético Tucumán y sabe que pasar a Vélez, quien lo pretende en este mercado de pases, sería dar un gran salto en su carrera en lo deportivo y, sobre todo, en lo económico.
Sin embargo, desde el Decano parecen ponerle varias trabas. "En un mercado anterior no me dejaron salir con la promesa de que si llegaba una oferta buena, me iban a vender. Ahora llegó una oferta buena, cierran los números para todos, pero siguen sin dejarme ir", le reveló a La Gaceta de Tucumán.
Luego, el lateral derecho agregó: "Solo quiero que me valoren por lo que juego, mi posible salida a Vélez significa un gran salto económico. Esta situación económica también afecta mi vida personal".
Al momento de hablar de su situación personal, Lagos contó que tras la muerte de su padre tuvo que hacerse cargo de su casa: "Mis dos hermanos y yo nos estamos haciendo cargo de los gastos y la realidad es que no se llega bien a fin de mes. No me parece ninguna locura lo que pido, quiero un buen sueldo que sea considerable para un jugador de Primera".
Como Atlético Tucumán no parece tener intenciones de liberarlo (Vélez ofreció 900 mil dólares por el 80% del pase y la dirigencia de Mario Leito pidió dos millones por el 100%), Lagos se plantó y decidió ausentarse en las prácticas hasta que el conflicto se resuelva.
"Tratamos de comunicarnos con el presidente, pero no, no dan la cara los dirigentes que me había prometido cosas y es feo, me hace sentir poco valorado (...) nunca fue la idea de dejar de entrenar", indicó.
Lagos, que tiene contrato hasta diciembre de 2025 y también seguido de cerca por algunos clubes de Brasil, cerró: "Lo que me molesta es que en el tema de negociaciones tardaron mucho en responder. Por momentos sentí que mi situación no la toman en serio. Eso es lo que no me gustó".
BP