Ya pasaron casi cinco años de ese 14 de mayo de 2015 y aunque quedaron pendientes 45 minutos, aquella noche negra de Copa Libertadores en la Bombonera cuenta en los libros y en las estadísticas como uno de los cinco golpazos consecutivos que River le dio a Boca en partidos decisivos de eliminación directa y finales, y a la distancia pero con el mismo dolor Rodolfo Arruabarrena dio sus sensaciones sobre lo ocurrido después entre dirigentes de los clubes y de la Conmebol que determinaron la eliminación del Xeneize en el escritorio.
"Fue algo político y no de una persona sola. Poca gente lo podrá descubrir o poca gente lo sabrá pero es algo que no lo hace uno solo. Confiaba en el equipo, los partidos con River siempre han sido muy parejos, con pequeños detalles y confiábamos que en esos 45 minutos podíamos dar vuelta la eliminatoria pero eso nunca se sabrá", explicó el Vasco en diálogo con TNT Sports sobre el recordado cruce superclásico de octavos de final. River había ganado 1-0 en el Monumental y en la revancha igualaban 0-0 cuando los jugadores del Millonario fueron agredidos y el árbitro Darío Herrera dio por suspendido el partido.
"Lamentablemente se ha decidido en ese momento terminarlo en el escritorio en vez de en una cancha, con otras autoridades. Ya es historia y lo que tiene que hacer Boca y lo que he hecho yo es pensar en el futuro, pensando en progresar como entrenador", agregó Arruabarrena, hoy entrenador del Sharjah FC de Emiratos Árabes Únidos quien reconoció que es difícil pensar en un regreso a Boca al menos en el corto plazo y contó que su gran objetivo es poder dirigir en Europa