El ex árbitro argentino Carlos Espósito narró cómo fue amenazado por sicarios de Pablo Escobar la noche previa a la revancha de la semifinal de la Copa Libertadores 1989 entre Atlético Nacional de Medellín y Danubio de Uruguay.
Espósito, quien dirigió el Mundial México 1986, relató cómo Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias 'Popeye', quien fuera jefe de sicarios de Pablo Escobar, irrumpió en la habitación del hotel que ocupaba junto a sus compañeros, los jueces de línea Juan Bava y Gnecco, armado con ametralladora. La consigna era que Atlético Nacional debía salir victorioso sí o sí ante los uruguayos. Escobar quería que el cuadro Paisa jugara la final del certamen continental.
"Cuando llegamos al aeropuerto de Medellín, ahí directamente nos entregaron nuestros colegas colombianos. Nos subieron a un auto y ya en el trayecto nos fueron contando en qué terrenos habían tirado los cuerpos de los árbitros asesinados", inició su relato en diálogo con el programa Un buen momento, que conduce Gustavo López por radio la Red.
Esa noche, en el hotel, Espósito y sus asistentes recibieron la visita de Popeye. El jefe de sicarios del cartel de Medellín ingresó con un maletín con 250 mil dólares. Los árbitros argentinos rechazaron el dinero, aunque quedaron severamente afectados por las amenazas. A punto tal que planearon fugarse de Colombia.
Al día siguiente, Atlético Nacional venció 6 a 0 al equipo uruguayo y terminó clasificando a la final del campeonato. Es bueno señalar que en la ida, disputada en Montevideo, habían empatado 0 a 0. En el avión que lo trajo de regreso a Buenos Aires, Espósito coincidió con el plantel del equipo uruguayo. El presidente de Danubio le dio a entender que sus jugadores también habían recibido la visita de los hombres de Escobar.
El equipo colombiano, que contaba con figuras de talla de René Higuita, Andrés Escobar y Albeiro Usuriaga, ganaría la Libertadores por primera vez en su historia tras imponerse en la final ante Olimpia de Paraguay.
AM