Si hay algo que distingue al programa 90 minutos es el debate futbolero, las anécdotas y la diversión pero este martes hubo tiempo para parar la pelota y escuchar la historia de vida de Emanuel Morales, el ex futbolista diagnosticado con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) en marzo de 2018.
"Se te van muriendo las neuronas que afectan a los músculos y eso va afectando los miembros superiores e inferiores y con el transcurso de los años vas dependiendo de la ayuda de otras personas. Cuando recibí la noticia mi nena tenía siete meses y mientras recibíamos la noticia ella se estaba riendo. Mirarla a ella me sirvió para aceptar que no podía jugar más al fútbol pero tenía que luchar por ella", recordó el ex defensor el momento más duro de su vida.
El pampeano de 33 años se remontó a los días que empezó a sentir cambios en su cuerpo y cómo fueron sus días hasta enterarse que sufría ELA, la misma enfermedad que padece el hermano de la conductora Cecilia "Caramelito" Carrizo que tomó mucha notoriedad en los medios hace algunos meses: "Empecé a sentir cambios en mi cuerpo, calambres en las manos, empecé a sentir torpeza cuando hacía ejercicios de coordinación, falta de fuerza en los miembros superiores. En junio de 2017 me fui a préstamo a Los Andes y estuve un mes. Me di cuenta que algo me pasaba porque me faltaba fuerza en las piernas, corría con dificultad, me sentía muy torpe. Me vuelvo a Huracán porque no estaba en condiciones de jugar. En diciembre me voy de vacaciones con mi familia y ahí realmente noté que algo no andaba bien, me caía solo. Me empecé a hacer estudios hasta que fui a ver a un neurólogo en el Hospital Militar con ayuda del gremio y en marzo de 2018 me dieron el diagnóstico final".
Mientras realiza la cuarentena en La Pampa, el ex jugador de Quilmes, Chacarita y CAI reconoce con angustia que tiene días buenos y otros no tanto: "Agradezco haber sido deportista de alto rendimiento porque eso me ayudó mucho. Se te va muriendo el cuerpo lentamente. El estimativo de vida de la enfermedad es de tres a cinco años. Hoy no hay una cura, solo hay tratamientos alternativos que pueden depender del cuerpo de cada uno. Yo la estoy peleando día a día. Desde que me diagnosticaron trato de estar fuerte de la cabeza y del corazón. Depende el día y lo que haga, a veces mi señora me tiene que dar de comer ella, me tiene que lavar los dientes, a veces cuando me baño ella me tiene que secar, a veces me cambia. Es una lucha constante con la mente porque si vos te quedás la enfermedad avanza".
Por último, contó cómo es su situación contractual con Huracán y cómo se comportó Futbolistas Argentinos Agremiados ante un caso único: "Mi contrato ya se terminó pero se extendió por cuestiones legales. Ellos me siguieron pagando y cobré diciembre ahora en junio. Por cuestiones económicas nos vinimos a hacer la cuarentena a La Pampa porque ella tampoco podía trabajar al ser yo paciente de riesgo. Debo ser el primer caso de un futbolista, y espero que sea el último, con esta enfermedad en el fútbol acá en Argentina".