La conferencia de prensa fue mínima. Marcelo Gallardo la utilizó para mandar un mensaje. No se quejó del gol anulado, del penal no cobrado ni del VAR. Con la voz casi quebrada, pero la dignidad intacta, el entrenador de River aprovechó ese minuto para reconocer a sus jugadores.
“Siento mucho orgullo por mis jugadores. Vengo a reconocer y a valorar a mis futbolistas, que me hicieron sentir representado. Me emocionaron, siento orgulloso por la postura con la que enfrentaron el partido”, arrancó Gallardo.
Y siguió: “Tengo una sensación muy plena, cuando uno ve la postura del equipo y lo representa no le queda mucho para decir más que reconocerlos y agradecerles”, dijo el Muñeco, solo frente al micrófono y con barbijo negro. Así, sin reproches ni facturas a nadie.
El entrenador escuchó una sola pregunta, pero no la respondió: lanzó su mensaje y se retiró. “Lo que vi hoy dignifica mi profesión. Son por estos momentos por los que uno como entrenador elige esta profesión”, finalizó Gallardo.
De esta manera el técnico de River evitó responder preguntas incómodas. El Muñeco no permitió que en medio de la calentura por la eliminación de la Libertadores lo sumerjan en debates. Nada de fallos discutibles, de árbitros y, mucho menos, de fin de ciclo. Después de todo, en algo tuvo razón: por este equipo, después de lo que hizo en Brasil, hay que sentir orgullo.