En un partido de fútbol los jugadores saben que no pueden dar ninguna ventaja y mucho menos si se trata de un Mundial pero lo que vivió Gary Lineker en el debut de Inglaterra frente a Irlanda en Italia 1990 fue pocas veces visto: hizo caca en pleno campo de juego.
La figura de aquel equipo que llegaría hasta semifinales tenía molestias estomacales pero no había tiempo para ir al baño pero tampoco podía esperar al pitido final del árbitro: "Estaba mal en el entretiempo. Hubo un ataque por la banda izquierda, yo intenté sobrepasar a un rival, me estiré y me relajé", reveló en una entrevista con la BBC muchos años después.
Ese partido disputado el 11 de junio de 1990 terminó 1-1 y el propio Lineker marcó el único tanto de su equipo. "Tuve la suerte de que había llovido la noche anterior, lo que me permitió hacer algo con eso, pero estaba sucio. Seguro que nunca antes había tenido tanto espacio en un partido", agregó tratando de no ser escatológico aunque resultara imposible. Y obviamente después de conocerse el incidente, hubo que ir a las fuentes y el video de la secuencia no deja dudas.