Por su gran trabajo en River en estos seis años, obviamente potenciado por los grandes logros que consiguió, Marcelo Gallardo se convirtió en el entrenador más importante del fútbol argentino en la actualidad y en un tema recurrente de conversación entre los hinchas, en los medios de comunicación y en las redes sociales, y aunque claramente "la crítica" está a su favor, Toti Pasman es uno de los pocos periodistas que cada vez que puede lo cuestiona y le cuenta las malas.
Este vez lo hizo de manera indirecta al enunciar las cinco máximas de los periodistas deportivos "gallardistas", una nueva corriente que nació en el último tiempo a medida que se agigantaba su figura hasta ponerse a la altura de otras escuelas históricas en el futbol argentino como la bilardista, la menottista, la bielsista y la bianchista.
Pero lejos de ser un elogio, Pasman aprovechó para repasar lo que él considera errores, contradicciones y fracasos del Muñeco en estos seis años más que exitosos al frente de River:
1) "Napoléon hizo bien los cambios en Lima. No hay discusión, Gallardo no se equivocó, no perdió la final con Flamengo: hizo bien en poner a Julián Alvarez a correr a Filipe Luis, hacer entrar a Prato, dejar en el banco a Ponzio y no meter un defensor más"
2) "La línea de cinco fue el sistema más revolucionario y ofensivo de la historia de River. Perdió el campeonato eh, pero no importa. Ahora Gallardo cambió y los deja en ridículo porque explicó antes del partido con San Pablo que iba a sacar a un defensor para poner a Julián Alvarez pero ellos siguen inmolándose diciendo que la línea de tres o de cinco estuvo bien".
3) El cambio de Juanfer Quintero por Ponzio en el Bernabéu lo hizo el Muñeco.
4) Perder con Al Ain en el Mundial de Clubes no es una mancha porque estábamos con la cabeza en otro lado.
5) "No es incoherente Gallardo por suspender el campeonato con Atlético Tucumán e ir a jugar a San Pablo que tiene un millón de contagiados".
Y para respaldar su teoría estaba su compañero Daniel Baretto, quien refutó cada uno de los enunciados del conductor del programa para ganarse la etiqueta de gallardista que en realidad ya le habían puesto de antemano.