En un mercado de pases atípico por las consecuencias de la pandemia, Silvio Romero se convirtió en uno de los principales protagonistas entre su posible continuidad en un Independiente convulsionado por una severa crisis económica y la posibilidad concreta de seguir su carrera en River y en Boca, y sobre la chance concreta de pasar Xeneize, la más firme por estas horas, Gustavo López realizó un análisis tan exhaustivo como crudo y lo calificó como un escándalo y cuestionó el comportamiento del jugador.
"Boca le pagaría la cláusula a Independiente, algo que hasta nadie hizo porque hay un convenio tácito de que eso no se hace pero Boca aparentemente lo quiere hacer con Independiente. Sería un escándalo porque sería la primera vez. Hay buena relación entre Moyano y Ameal, no sé cómo puede terminar esto pero hay preocupación en Independiente", argumentó el periodista en Radio La Red.
La cláusula de rescisión del delantero de 32 años es de 1.400.000 dólares si el interesado es un equipo de Argentina pero a su vez Boca tiene a su favor que el Rojo le debe 600.000 dólares del pase de Pablo Pérez y 100.000 del mecanismo de solidaridad por Juan Sánchez Miño por lo que podría forzar las negociaciones y llevarse al jugador por la mitad. Lo que explicó el conductor de De una, otro buen momento es que hay una especie de acuerdo tácito entre los clubes de no ejecutar la cláusula de un futbolista de otro equipo. Sin embargo, para sortear esa problemática y mostrar buena predisposición, Boca ofreció pagar el total de la cláusula y resignar la deuda lo que sumaría un total de 2,1 millones de dólares.
López no quiso caerle a Romero pero aseguró: "Arregló con Burruchaga que se quedaba en Independiente y por el otro teléfono estaba negociando con Boca". Y volvió a insistir en la falta de respeto y responsabilidad de los jugadores del Rojo y se preguntó: ¿Se banca esta situación Pusineri? Sánchez Miño le puso la colchoneta, Alan Franco porque no lo venden no trabaja, Romero dice me quedo y se va, el otro que se tira a chanta. No estoy diciendo que sea el culpable pero si no tenés autoridad, no podés dirigir".
"Qué poco respeto a la institución y a los dirigentes, no sé si están pintados. Lo que no podemos avalar es que los jugadores hagan lo que quieran", cerró.