viernes 19 de abril del 2024
Copa Libertadores

La odisea de los hinchas brasileños en la final de Copa Libertadores: "Difícil e inabarcable"

Tanto los fanáticos de Flamengo como los de Athletico Paranaense han sufrido penurias y transitaron un camino sinuoso para presenciar la final del torneo más importante de Sudamérica.

442

Han sido trayectos por tierra y aire durante ocho días. Eder Warpechoski atraviesa Sudamérica de este a oeste con una única ilusión: ver a su equipo, el Athletico Paranaense, ganar su primera Copa Libertadores.

La odisea empezó más de una semana antes del partido: primero, en un recorrido en autobús desde Curitiba, al sur de Brasil y más cercano al Océano Atlántico, hasta a Sao Paulo, a más de 400 kilómetros. 

Siguió con un viaje a Lima en avión y culminará con un desgastante periplo desde la capital peruana hasta el puerto ecuatoriano cercano al Pacífico que acoge la final única de la competencia; la cuarta en ese formato desde que la Conmebol terminó con las finales de ida y vuelta en 2019, como se había jugado por medio siglo.  

Un viaje inabarcable 

Jugar la final en Ecuador supuso un gasto mayúsculo para los hinchas de ambos equipos. El vuelo incluso llegó a ser más costoso que ir a ciudades europeas como París, Roma o Madrid

Así, alternando el asfalto con el aire, los hinchas han gastado unos 6.000 reales (alrededor de 1.100 dólares). En un vuelo directo "me costaría el doble de valor. Incluso hice una rifa para recaudar una dinero, para ayudarme en este viaje", asegura un hincha.

En Brasil, que el domingo tendrá nuevo presidente entre el derechista Jair Bolsonaro o el izquierdista Lula, el salario mínimo es de unos USD 230

Una travesía difícil

Incluso la "torcida" del Flamengo, a la que se le reconocen al menos 40 millones de hinchas, sufre para llegar al puerto ecuatoriano.  Frente al hotel donde se hospeda el Mengao en Guayaquil, Junior Patricio reconoce que no todos pueden darse el lujo de asistir a la final.  

Gracias a su profesión de ingeniero pudo costear el viaje a Ecuador. Pero "fue difícil por el valor del pasaje aéreo y (...) la distancia" desde Rio de Janeiro. Para ver al dos veces campeón de Libertadores se ha gastado 3.000 dólares. "Los fanáticos sufren, porque es un costo muy alto".