Los goleadores escasean. Es una frase repetida, no es novedosa, pero es realmente cierta si del fútbol argentino hablamos. Y lo peor, que la renovación no ha llegado como se supone que deberíamos tener entre nosotros. Existe una poderosa razón para entender esa ausencia de los especialistas que hacen lo más importante que tiene el fútbol: los goles que permiten ganar o empatar o como mínimo darle una tremenda alegría a sus hinchas.
Desde LIonel Messi, Sergio Agüero, Gonzalo Higuain, Mauro Icardi, Paulo Dybala, Ángel Di María, Emanuel Gigliotti, Gonzalo Bergessio, Hernán Barcos, Mauro Boselli o el casi desconocido Sebastián Tagliabúe, han logrado marcas buenísimas jugando en ligas de diferentes partes del mundo, más allá de que varios de ellos no hayan ni pasado por el fútbol argentino. Otros sí lo hicieron y se fueron para no volver.
Lo cierto es que hoy apenas dos futbolistas han marcado más de 100 goles en la liga oficial argentina: José Sand (141) y Santiago Silva (129) se destacan ampliamente. Por la cantidad de goles y por la edad de ambos, 39 años, lo que los pone muy cerca del final de sus extraordinarias carreras. El correntino de Lanús sigue intratable: metió diez tantos en la última Superliga, seis de ellos de penal. El Pepe es casi infalible a la hora de ejecutar la pena máxima. En los últimos cuatro años de liga local, tiró 21 penales y metió 20. Solamente el arquero paraguayo Hilario Navarro le paró uno jugando para Banfield en el clásico, pero El Granate ganó 2-0 el partido y cinco fechas más tarde se consagraría campeón aplastando a San Lorenzo en el Monumental por 4-0.
Los goles de Sand empezaron a contarse en Colón de Santa Fe y en la A siguieron en River, Banfield, Lanús, Racing, Tigre y Aldosivi. Con los granates, Sand jugó en tres etapas diferentes y sumando sus goles en otros torneos nacionales e internacionales, es el máximo goleador de la historia del ascendente club del sur bonaerense.
Silva hizo lo suyo en Newell’s Old Boys, Gimnasia La Plata (dos veces), Vélez (dos veces), Boca, Lanús, Arsenal, Banfield (también dos veces), Talleres de Córdoba y Argentinos Juniors. Una carrera prolífica en equipos de diferentes países y la obsesión por el gol que lo mantiene vigente hasta hoy.
En tercer lugar pero bastante lejos aparece Ignacio Scocco, que con sus 84 conquistas, aún necesita jugar un tiempo para alcanzar aquella meta de muchos goleadores, esto es ubicarse dentro de quienes pasaron los cien goles en el mayor torneo de AFA. Scocco alterna la titularidad en River, pero juega pocos minutos en cada partido. Titular en 4 de los 23 partidos que jugó River en la última Superliga, igualmente hizo seis tantos, que lo pusieron en ese tercer puesto. El santafesino tiene 34 años y pronto se sabrá si seguirá en el Millonario o regresará a su amado Newell’s o bien emigrará nuevamente.
El cuarto de la lista es otro casi cuarentón. Crack por donde se lo mire: Maxi Rodríguez, que con 39 años llegó a los 77 goles en 225 partidos, con un detalle adicional: todos sus partidos los jugó con la misma camiseta, la rojinegra de Newell’s, donde debutó allá por 1999 contra Unión. La Fiera –que jugó tres mundiales- le lleva tres goles a un especialista, Darío Cvitanich, que cumplirá sus 36 en mayo y sigue firme en lo que mejor hace, vencer al arquero rival. El delantero de la Academia hizo 74 en 189 partidos, repartidos con las camisetas de Banfield, Boca y Racing.
La lista de romperredes continúa con Marco Ruben (70 goles), Gabriel Hauche (67), Lisandro López (65), Nicolás Blandi (63), Gastón Fernández (61), Carlos Tevez (57), Mauro Zárate (56) y Silvio Romero (56). Lo que tienen en común los 12 primeros goleadores actuales del fútbol argentino es que ninguno tiene menos de 30 años. Desde los más veteranos (Sand, Silva y Maxi Rodríguez) hasta el treintañero Blandi, ninguno escapa a pertenecer a esa generación entre 30 y 40 años. No hay jóvenes que prometen en esa lista, solamente jugadores experimentados, con mayor o menor experiencia pero no menos de una década de fútbol altamente competitivo.
Si retrocediéramos una década para hurgar en lo que pasaba en 2010, encontraríamos una lista de artilleros con historia y mayor poder de fuego. Martín Palermo (227), Esteban Fuertes (152), José Luis Calderón (136), Guillermo Barros Schelotto (110), Daniel Montenegro (105) y Ernesto Farías (142), que llegaron a esas cifras por aquellos años y jugaron todos al mismo tiempo en primera división. También por allí andaban Sand y Silva, además de otros cracks como Ariel Ortega, Bernardo Romeo, Andrés Silvera y Claudio Graf, entre otros goleadores de la época que anduvieron rondando el centenario de goles.
En resumen, antes había más goleadores de raza en nuestro fútbol. Incluso vale la pena agregar dos detalles secundarios. Silvio Romero fue el goleador del torneo con 12 conquistas, una más que el colombiano Rafael Borré. Entre ellos se destaca un lateral izquierdo, Bruno Pittón, de San Lorenzo, que hizo 7 tantos, ninguno de penal ni de tiro libre. Algo realmente curioso. Y el otro dato relevante es que el mejor promedio de goles de la actualidad lo tiene el uruguayo Santiago Morro García, que hizo 46 goles para Godoy Cruz en 96 partidos, lo que lo ubica con un promedio del 0,44 gol por partido. ¿Qué camiseta se pondrá en la próxima temporada el Morro?
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