Miguel Ángel Russo es un luchador de la vida. Pudo superar un cáncer de próstata y una infección urinaria por una bacteria intrahospitalaria para continuar haciendo lo que más ama: estar dentro de una cancha de fútbol.
Hoy, goza de un gran presente con Boca, club al que regresó de la mano de Juan Román Riquelme. Su gran sueño será volver a conquistar la Copa Libertadores, tal como lo hizo en 2007, pero lo más importante fue el valor de su testimonio en el sitio The Coach Voice (La voz de los entrenadores), donde publicó una carta con los momentos más destacados de su vida, entre ellos la grave enfermedad que debió superar.
"Cuando el médico me anunció que tenía cáncer de próstata, en vez asustarme, quise saber siempre cómo sería el día después. Nada mejor que la experiencia de alguien que había superado la enfermedad. Cómo se seguía viviendo después de eso. Ahí tuve una charla muy importante con mi gran ídolo, el cantautor Joan Manuel Serrat, quien tuvo el gran gesto de acercarse a Rosario", relató Russo recordando el episodio cuando dirigía a Millonarios de Colombia. "'Yo me operé hace 14 años de esto, en la época de las cavernas. Ahora es otra historia', me dijo Serrat'".
Pero lo más llamativo ocurrió durante la sesión de quimioterapia con sus médicos. "Recuerdo cuando llegué a la clínica poco después de la primera sesión de quimio el oncólogo me dijo: 'Yo no entiendo nada. ¿Cómo es posible que sólo 48 después estés en el banco, con lluvia y el frío? Me resulta imposible de creer'", continuó el DT xeneize.
"El momento más duro, sin embargo, no fue la enfermedad. Fue lo que llegó después. Una bacteria intrahospitalaria. Me enojé mucho. Me puse malo. Hubo un momento en el que no contestaba el teléfono, después lo apagué, elegí quedarme solo unos días. Hasta que una mañana dije basta. Arranqué de nuevo y me dije: “‘Miguel, no te puede matar una bacteria, déjate de joder'”.
En el cierre de la carta, Russo agradeció la fuerza que le brindaron los clubes donde pasó para salir adelante: "En todos esos momentos sentí el cariño de la gente de Central, Lanús, Estudiantes, Boca, Vélez, Millonarios, la U de Chile y de todos los clubes en los que estuve. Esos buenos deseos me dieron una inmensa fuerza. Mi médico dice que una de las claves de mi sanación es lo que significa el trabajo para mí. Pero no es que el fútbol fuera mi terapia. El fútbol es mi vida".
FH
