Si Racing está en octavos de final de la Copa Libertadores y ahora disfruta de haber eliminado a Flamengo nada menos que en el Maracaná fue por dos cuestiones decisivas: Sigali tuvo una y la mandó adentro y Arias paró todo lo que pasaba por el área. El arquero fue la gran figura, porque además de sostener el resultado atajó el penal decisivo.
En el primer tiempo Arias le tapó un mano a mano a Vitinho que hubiera sido letal. Sobre el final, otra vez Vitinho: si bien el delantero brasileño no acertó al arco, el achique de Arias fue determinante.
Y en la segunda etapa Flamengo salió convencido de llevarse a Racing por delante. Y ahí fue cuando chocó con la muralla Arias.Los brasileños intentaron entrar por todos los callejones posibles, pero el final de la escena era siempre el mismo: la frustración por ese arquero que tapaba todo.
Hasta que en el tercer minuto de descuento un cabezazo de Willian Arao rompió el hechizo. Uno a uno y penales. A estirar el sufrimiento. Y ahí fue cuando Arias volvió a disfrazarse de superhéroe. Atajó el cuarto, precisamente a Arao, el mismo que lo había amargado minutos antes. Fabricio Domínguez convirtió el definitivo y Racing festejó nada menos que en el Maracaná. Todo, por supuesto, gracias a Arias.
