Subastan la primera camiseta que usó Lionel Messi en Rosario y el mercado del fútbol se sacude

Lionel Messi es una de las figuras más emblemáticas del deporte mundial y todo lo que lleva su firma —explícita o simbólica— adquiere un valor extraordinario. En ese universo de reliquias, las camisetas usadas por el astro argentino ocupan un lugar privilegiado. Sin embargo, en las últimas horas una prenda inesperada rompió todos los esquemas: la camiseta del Club Abanderado Grandoli que Messi usó cuando tenía apenas cinco años.

Se trata de una casaca sencilla, confeccionada de manera local en Rosario, que hoy podría transformarse en una de las piezas más valiosas de la historia del fútbol. La prenda aparece en la tercera temporada de King of Collectibles: The Goldin Touch, la serie de Netflix que sigue el trabajo de Ken Goldin, el subastador más influyente del mundo de los coleccionables deportivos.

Allí es presentada como una de las joyas más extraordinarias del programa: la camiseta que Messi vistió en 1993, durante el primer torneo que ganó en su vida.

Más allá del impacto mediático, el verdadero valor del objeto está en su historia. Tras aquel torneo infantil, la camiseta fue entregada por Salvador Aparicio al entrenador juvenil Pablo Alfieri, quien la conservó durante años junto a otras prendas de su etapa como formador. Luego de su fallecimiento, pasó a manos de su hijo, Pablo Nicolás Alfieri, y más tarde, el 12 de mayo de 2008, a su nieto Ignacio Alfieri.

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Desde entonces, la camiseta permaneció en el ámbito familiar, guardada como un recuerdo íntimo de los primeros pasos de un niño rosarino que, sin saberlo, se convertiría en el mejor futbolista del mundo. En la serie, Ken Goldin anuncia que la prenda será subastada y la define como una pieza única, con potencial para romper récords.

Sin embargo, hasta el momento no existe un enlace público ni un lote visible en el sitio oficial de Goldin Auctions. Tampoco se informó una fecha concreta, un valor estimado ni las condiciones de venta. Esta falta de precisiones generó expectativa y también confusión entre coleccionistas y fanáticos de Messi, que buscan sin éxito información sobre la subasta.

Según fuentes del mundo del coleccionismo, no sería extraño que se trate de una venta aún no publicada, una subasta privada o un lote que se hará público recién después de la emisión completa del programa. Mientras tanto, la camiseta sigue siendo un símbolo poderoso: el objeto que conecta al Messi global con el Messi niño, el que jugaba en canchas de barrio en Rosario, cuando el sueño recién comenzaba.

En un mercado donde las camisetas usadas por Messi en finales de Champions League o Copas del Mundo alcanzan cifras millonarias, esta casaca infantil abre un terreno inexplorado hasta ahora: el del origen, la memoria y el primer capítulo de una historia legendaria.

BP