Mientras Julio César Falcioni pelea por mejorar día a día de su problema de salud que lo tiene a maltraer desde diciembre del año pasado, el entrenador sufre horrores con su querido Banfield, que en el comienzo de 2018 se acostumbró a tener en vilo a sus hinchas hasta el tiempo de descuento.
"Hoy a la mañana hice rayos, después quimio y ahora tuve estrés por este partido. Déjame dormir, mañana pienso y decido", reveló el DT con un hilo de voz y sorprendió a todos los presentes en la conferencia de prensa posterior al agónico empate del Taladro como local frente a Nacional de Uruguay por un lugar en la fase de grupos de la Copa Libertadores.
El Emperador fue operado de un nódulo en la laringe y si bien se reincorporó al trabajo, debe continuar con el tratamiento, lo que le impide asistir a algunas prácticas e incluso no le permitió viajar a Ecuador cuando Banfield se midió con Independiente del Valle por esta misma competición.
El próximo domingo, su equipo recibirá a Boca por la Superliga y seguramente ponga en cancha un equipo alternativo para cuidar a los titulares que la semana próxima jugarán en Uruguay en busca de la clasificación, donde Falcioni espera poder estar junto a sus dirigidos para cumplir el objetivo de entrar al Grupo 6 junto a Estudiantes, Santos y Real Garcilaso
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