Argentina mostró una pálida imagen en el primer tiempo y se encontró rápido 0-2 en el marcador e incluso con Alemania más cerca del tercero que el equipo de Lionel Scaloni del descuento pero en el entretiempo el entrenador apeló al banco de suplentes y empezó a encontrar respuestas.
Marcos Acuña y Lucas Ocampos saltaron al campo de juego del Signal Iduna Par para jugar los segundos 45 minutos en lugar de Marcos Rojo y Ángel Correa y la Selección pasó a defender con línea de tres. A los 17 minutos de la segunda parte, apareció en escena el hombre que cambió el partido: un Paulo Dybala intrascendente le dejó su lugar a Lucas Alario.
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El equipo ganó peso en el área rival y se fue sintiendo cada vez más seguro con la pelota. El primer gol llegó de un centro preciso de Acuña desde la izquierda para un gran cabezazo del Pipa y Argentina fue con todo por el empate.
A 15 minutos del final ingresó Renzo Saravia por Roberto Pereyra y se reacomodó la defensa. De otra jugada de Alario quedó el rebote para Ocampos y llegó el gol del empate definitivo.
Por ir de menor a mayor, las sensaciones que quedan del partido son positivas. Además, para Ocampos fue un debut soñado y Scaloni sabe que cuenta con una alternativa más que interesante en mitad de cancha. Lo mismo para el puesto de delantero centro: Alario ya demostró todo su potencial en River y aunque no juega siempre en Bayer Leverkusen, su instinto goleador sigue intacto y aprovechó muy bien su oportunidad.
Así como un déficit de Scaloni en la Copa América habían sido los cambios, esta vez le salieron todos bien y mejoró al equipo con sus decisiones y una buena lectura del juego.
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