Tras varios días de turbulencias por el escándalo de las vacunas VIP, Alberto Fernández retomó su agenda y viajó rumbo a México donde participará de los festejos del bicentenario de la independencia de aquel país y además mantendrá distintas reuniones con empresarios y con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Hasta aquí todo normal pero lo que llamó la atención, y en muchos casos generó indignación, es que el Presidente le alquiló el avión privado a Lionel Messi para realizar el viaje junto a la Primera Dama Fabiola Yáñez y los distintos integrantes de su comitiva.
Se trata de la aeronave Gulftream V, patente LV-IRQ, del año 2004, por la que el crack del Barcelona pagó en 2018 15 millones de dólares. El avión dispone de 16 cómodos asientos que pueden transformarse en ocho camas. También cuenta con dos cocinas y dos baños, uno de ellos con ducha. Por su matrícula argentina no puede ser utilizada habitualmente para sus traslados dentro de España pero sí es el medio elegido para los viajes familiares y Jorge Messi la usa también para los de negocios.
En las escaleras que se despliegan para descender figuran los nombres de los tres hijos de Messi (Thiago, Mateo y Ciro) y el de su esposa (Antonela Roccuzzo) junto al suyo. Además, figuran otras inscripciones alusivas a él como el número 10 estampado en la punta de la cola del avión.
Además de las comodidades que ofrece en su interior, el Gulftream V alcanza una velocidad máxima de 940 km/h (882 km/h en velocidad crucero) y tiene una autonomía que supera los diez mil kilómetros. Tiene 29 metros de largo, 28 de envergadura y ocho de altura total.
Fernández partió el domingo por la noche desde El Palomar y arribó este lunes por la mañana al aeropuerto internacional Benito Juárez, en Ciudad de México. El alquiler de la aeronave es por cuatro días.
El avión de Lionel Messi por dentro