jueves 28 de marzo del 2024

Juan Martín Hernández: el otoño de un grande

(*) Por Edmundo Aguiar | El retiro del emblemático jugador de Los Pumas no fue una sorpresa para su entorno. Los recuerdos de su paso por el rugby de Buenos Aires.

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Una lesión en la rodilla derecha (operada ya dos veces) decidió a Juan Martín Hernández, medio apertura de Los Pumas desde 2003, ponerle fin a su carrera profesional.

La noticia no fue sorpresa para su entorno. De hecho, su incorporación a Jaguares, que implicaba su vuelta al país, fue toda una señal. Desde 2003, cuando marchó a jugar para el Stade Francais de Paris, a los 21 años, hasta el 2015, cuando se retiró del Toulon francés para volver al país y firmar para la franquicia argentina, toda su carrera, salvo una temporada no muy feliz plagada de lesiones con los Natal Sharks de Sudáfrica, se había desarrollado en Europa. Allí era una figura públicamente reconocida por las calles parisinas. Seguramente una mayor imagen pública que en la propia Buenos Aires, a pesar de su larga carrera con la selección nacional, desde la M 19 hasta el mundial de 2011, que incluye aquel notable bronce de la copa del mundo de 2007.

De su breve paso por la Asociación Deportiva Francesa han quedado pocos recuerdos en el rugby de Buenos Aires. Era un chico de 17 o 18 años cuando debutó en el equipo superior de su club. Pero su talento, su destreza, su genio, ya estaban completos. Me tocó sufrirlo en el año 2000, creo. En aquel momento el autor de estas líneas entrenaba el equipo de Manuel Belgrano. En la previa nos parecían unos puntos accesibles para llevarse de Del Viso. En un rato, Juani (como lo conocen sus amigos) me demostró que ese día no iba a ser posible. Fue una exhibición completa. Guardo una foto enmarcada que me impide olvidar ese partido. Un amigo me pescó “in fraganti” acodado y solitario en el cerco de la cancha en un retrato donde la frustración y la mansa resignación a la inevitable derrota son muy evidentes. Había visto ese día al futuro número 10 de Los Pumas mucho antes de su designación.

Para quienes le conocían, no debía ser sorpresa ese talento. Su padre, Patricio, jugador de Estudiantes y River Plate, formó parte de la selección nacional en el mundial de 1982; su hermana María Paz fue internacional de hockey sobre césped y campeona del mundo en 2002; su tío Miguel, un muy buen medio de apertura del primer equipo de Deportiva Francesa.

Ahora, sus mayores, en la Depo, dicen que no descartan –lo sueñan quizás- que su amor por el juego y su viejo club lo lleven a cerrar definitivamente su carrera con algunos partidos con su vieja camiseta sobre el pecho. Sus palabras en algún reciente reportaje, asegurando que tras un descanso “iba a ver dónde podía ser útil”, entibian esas esperanzas.

Si Juan Martín no lo pensó, para un fanático del rugby esa no es una mala idea.

Una prueba de fuego ante Crusaders. Mientras todo el rugby argentino agradece a Juani Hernández sus años al servicio de la selección nacional, Jaguares espera su enfrentamiento en Vélez, a partir de las 18.40 del sábado, con los campeones vigentes, Crusaders, una formación llena de grandes jugadores.

Para este encuentro el entrenador, Mario Ledesma, dispuso un solo cambio respecto al equipo que venció a los Lions. Jerónimo de la Fuente ocupará el centro de la cancha en lugar de Bautista Ezcurra. En el banco habrá tres modificaciones: Javier Díaz por Felipe Arregui, Tomás Lezana por Juan Leguizamón y la vuelta de Santiago González Iglesias, seguramente el reemplazante de Hernández como apertura de reserva.

Si las estadísticas tienen algún peso, las posibilidades de los Jaguares no son muchas. Pero su buena actuación ante Lions, ese día un pálido subcampeón, ponen una tenue luz de esperanza que los mismos Jaguares deberán incentivar con su desempeño. Una actuación con pocos o ningún error, con una rocosa defensa y un lúcido aprovechamiento de cada oportunidad de marcar puntos por el camino que fuera. Una sólida actuación cambiaría las expectativas frente a la gira que se aproxima.

(*) Especial para 442.