Vittoria y Carola son dos jóvenes italianas, fanáticas del tenis y de Roger Federer, por supuesto. Durante la cuarentena por la pandemia del coronavirus se hicieron conocidas por pelotear desde las terrazas de sus casas y así poder seguir jugando pese al confinamiento.
La historia recorrió el mundo y llegó a oídos de Federer, quien viajó hasta la región de Liguria, en Génova, para conocer a las pequeñas admiradoras y, de paso, darles una sorpresa inolvidable. Por intermedio de uno de sus sponsors, la marca de pastas Barilla, el suizo jugó un partido con las chicas.
La reacción de las jóvenes fue emocionante. Mientras eran entrevistadas en la terraza y hablaban maravillas de Federer, el tenista apareció sopresivamente y les propuso jugar un partido en las alturas. Vittoria y Carola quedaron estupefactas, pero aceptaron el desafío.
Eso no fue todo, las chicas compartieron un almuerzo con su ídolo y además recibieron una invitación para entrenarse en la academia de tenistas de Rafael Nadal. Federer demostró que un gran campeón también tiene gestos de grandeza fuera de las canchas. Aplausos.