El piloto Luke Aikins consiguió una hazaña única al lograr pasarse de un avión a otro, a 4300 metros de altura y aterrizarlo sin problemas en una prueba extrema realizada en el desierto de Arizona, Estados Unidos.
El Plane Swap, como se llamó al evento transmitido al mundo por Red Bull TV, se realizó el domingo 24 de abril y contó con una proeza jamás vista. Dos pilotos primos condujeron cada uno un avión Cessna 182 de tres hélices hasta los 4300 metros de altura, los ubicaron de forma perpendicular a la tierra y saltaron en caída libre, dejando cada uno su avión vacío.
Luke Aikins logró dirigirse de su avión al otro, tomando el control y aterrizándolo con éxito, mientras que Andy Farrington no logró concretar el intercambio de una nave a la otra, con lo cual se lanzó en paracaídas para un aterrizaje seguro.
"No hay forma de probarlo hasta que lo haces", dijo Aikins al terminar la prueba, que se vio en vivo por Red Bull TV.