sábado 27 de abril del 2024

El blooper antiviolencia del Gobierno

En su pomposo lanzamiento, el sistema ideado para impedir el acceso de barras a las canchas tuvo una falla memorable: no habilitó a la Presidenta.

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Con un acto en el que la propia Presidenta sugirió el nombre de "Eva Perón" para el próximo torneo de Primera, el Gobierno anunció en la Casa Rosada la implementación en los estadios de un sistema de reconocimiento de huellas digitales, a fines de que no entren allí barrabravas o personas con antecedentes violentos. Sin embargo, ya en este lanzamiento el software tuvo una falla memorable.

Efectivamente, el pomposamente lanzado SUBED (Sistema de Acceso Biométrico para Espectáculos Deportivos) no reconoció la imagen que dejó apoyando su dedo en el lector la propia presidenta Cristina Fernández, quien de implementarse a rajatablas este mecanismo no podría por este motivo ingresar a los estadios.

El mismo blooper ya había sido protagonizado por el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, impulsor de la medida y primero en probar el aparato en cuestión, que tampoco lo habilitó a ingresar. "Me cargaron como barrabrava", comentó ante una Presidenta que no podía contener la risa.

Tras probar la jefa de Estado la máquina con la misma suerte, Randazzo llamó al experto en el software y volvieron a probar sin éxito. "Me dice que tiene baja calidad mi huella, éste no dura ni cinco minutos", comentó risueña Cristina Fernández ante la mirada inquieta de Randazzo y del "experto" que, muy nervioso, intentaba resolver el problema.

"Ahora me dice que tengo mucha crema en las manos, así no puede ser", dijo la Presidenta tras nuevos intentos y fracasos. Finalmente, pareció darse por vencida, ya que se retiró y se dirigió al estrado para pronunciar su discurso. Pero no se olvidó del aparato: terminado su mensaje, anunció que volvería a probar.

Antes de hacerlo, con un pañuelo de papel la mandataria limpió sus manos para retirar "la crema". Sin embargo, su huella nunca fue reconocida. Si esto le pasa a la Presidenta, ¿qué cabe esperar para un hincha cualquiera que quiera entrar a una cancha?