martes 07 de mayo del 2024
Opinión

Definitivamente, Diego Martínez subestima la Copa Sudamericana

En Brasil, el conjunto Xeneize no tuvo una buena perfomance y acumuló una dolorosa derrota en el torneo continental.

El domingo todo era algarabia para los hinchas del Azul y Oro. Las razones estuvieron relacionadas con el triunfo de Boca Juniors sobre River en una nueva edición del Superclásico del fútbol argentino en donde realmente demostró categoría en su estilo de juego.

Con este resultado, el equipo conducido por Diego Martínez obtuvo la clasificación a las semifinales de la Copa de la Liga en una instancia, en la cual, se volverá a medir ante el conjunto de Estudiantes de La Plata.

Con la satisfacción de haber hecho las labores correctamente, el conjunto boquense preparó con tranquilidad su siguiente objetivo: el juego por la tercera fecha de la Copa Sudamericana ante Fortaleza.

En teoría, el rival a enfrentar era el más complicado, algo que el DT ya sabía de antemano. Cabe recordar que la actual campaña no ha sido la ideal, tras un empate ante Nacional de Potosí y una victoria ajustada sobre Sportivo Trinidense en el estadio La Bombonera. Por este motivo, un triunfo en tierras brasileñas se convertiría en el resultado perfecto para prolongar la alegría por unos días más tras el festejo ante el clásico rival.

Pero, esto no sucedió. Desde el momento en el que se confirmó el once titular previo al inicio del partido se podía sospechar que algo inusual iba a suceder. 

Martínez optó por un equipo mixto desde el inicio del partido. Una vez más, el técnico priorizó la competencia local al alinear un once con el que buscaba el empate. Su decisión resultó ser un error costoso. En apenas unos minutos, el equipo de Juan Pablo Vojvoda aprovechó los errores defensivos para ponerse en ventaja.

Tras el gol de Merentiel, los argentinos lograron recuperarse y se marcharon al vestuario con un empate que les daba cierta tranquilidad. Sin embargo, a su regreso al campo, la pesadilla se apoderó del equipo amarillo con la llegada de los goles de Fortaleza.

En el estádio Castelão una ráfaga de festejos dejó a Boca totalmente aturdido y sin posibilidades de reaccionar oportunamente. Tras este suceso, el DT del cuadro Xeneize empezó a mover las piezas para evitar que la diferencia en el marcador aumentara. Sin embargo, estas modificaciones se realizaron demasiado tarde y los jugadores no pudieron revertir el resultado.

La debacle de anoche quedará grabada en la historia del club. Cabe recordar que la última vez que el conjunto boquense recibió cuatro goles en contra fue en la Copa Libertadores del 2005, donde quedó eliminado en cuartos de final a manos de Chivas de Guadalajara.

Ahora mis dudas se centran en lo siguiente: ¿Qué pasará si el martes ante Estudiantes el resultado no es el esperado? ¿Si supera al Pincha pero no logra ganar la final de la Copa de la Liga, estará Martínez desaprovechando una gran oportunidad de clasificarse a la Copa Libertadores del 2025? 

Por ahora, el técnico ha demostrado que este torneo no le interesa encararlo como corresponde. Veremos que sucede con el paso de los días.