La cámara fija, apostada en la parte alta de la grada, enfoca en línea recta el disco de llegada. En la parte baja de la imagen aparece el público, elegantemente vestido. En su mayoría, caballeros con saco, galera y bastón; en el centro, una dama vestida de blanco, siguiendo el estilo “Belle époque”. Unos segundos después hacen su aparición los competidores, caballos y jinetes vestidos en chaquetillas de seda, definiendo el ganador de la carrera. La breve imagen corresponde a “The Derby”, sobre el renombrado “Derby de Epsom”. Filmada por Robert Paul y Birt Acres, el 29 de mayo de 1895, se convirtió en el hito fundacional de la relación entre cine y deporte.
A 120 años de aquel cortometraje, el festival de cine de la Ciudad de Buenos Aires le abre la puerta grande al deporte, creando una sección especial que engloba todo lo vinculado a la temática. Una relación que nació a través de documentales pero, con el paso del tiempo, también abarcó a la ficción. Realizar una mención detallada, de los puntos de unión a lo largo de tantos años de historia, excedería el objetivo de esta columna. Sepa disculpar si, en el relato, se cuela alguno que no figura dentro de la lista de varieté que ofrece “Sportivo Bafici”.
“Lenny Cook” era el mayor talento de su generación. En esa consideración lo tenían los ojeadores de la NBA, aún por encima del joven LeBron James (un año menor), hasta un fatídico día de 2001, cuando todo cambió en el “ABCD camp” (un campus de entrenamiento donde se enfrentan las mejores promesas del deporte). El equipo de Lenny vencía al de LeBron por dos puntos y quedaban unos pocos segundos para finalizar el entrenamiento. El joven James agarró la pelota y con un tiro suspendido embocó un triple, ridiculizando el esfuerzo desmedido de Lenny Cooke por marcarlo. Ese fue el punto de partida de un derrotero descendente que, por diversas circunstancias, llevó a Cook del estrellato al cadalso.
Una temática similar explora “Hoop dreams” de Steve James, donde dos adolescentes pugnan por llegar a la NBA, sometiéndose a circunstancias inhumanas. Dos películas duras y verídicas, que proyecta el festival, alejadas de la ficción jocosa de “White man can´t jump” (c/ Wesley Snipes) o de la emotiva pero naif “Hoosiers” (c/ Gene Hackman) .
El día que Lance Armstrong reconoció que había orquestado un mecanismo de dopaje preciso y planificado para ganar sus siete Tour de France, el mundo se horrorizó: los entretelones de esta historia se pueden ver en “La mentira de Lance Armstrong” de Alex Gibney. Si su intención es ir más allá de la actualidad, encontrará en “Estrellas y aguateros” y “Un domingo en el infierno”, ambas de Jorgen Leth, la vida de los ciclistas y los sacrificios que realizaron en el Giro de Italia de 1973 y la carrera parisina de 1976, respectivamente.
El festival de cine independiente de la Ciudad de Buenos Aires ofrece una larga lista de títulos relacionados con el deporte.
De la misma época y también en relación a las carreras, pero en este caso motorizadas, se puede encontrar “Weekend of a Champion”: un documental sobre la semana previa al Gran Prix de Mónaco de 1971. En la cinta, el director Roman Polanski y el campeón Jack Stewart que compartieron aquellos días, vuelven juntos a verla cuarenta años después y se sientan a reflexionar, justo en las vísperas de una nueva carrera.
Cambiando de continente, podemos encontrar películas sobre deportes con predominancia norteamericana como la fantasiosa pero emotiva “El campo de los sueños” (c/ Kevin Costner) que trata sobre un chacarero que construye un campo de beisbol en el medio de su plantación, siguiendo el mandato de una voz interior: “If you build it, he will come (Si lo construyes, él vendrá)” o el documental “Head Games” sobre la compleja situación que viven los jugadores de fútbol americano en relación a las contusiones cerebrales repetidas.
Probablemente a nivel mundial, el boxeo haya sido el deporte más abordado y Rocky ostente el privilegio de ser la película ficcional deportiva más taquillera de la historia. En nuestro país también el deporte del cuadrilátero ha sido terreno fértil en el séptimo arte. Desde boxeadores protagonistas, como Carlos Monzón en “La Mary” (campeón de peso mediano), hasta documentales varios sobre boxeadores o ficciones basadas en hechos reales, como la vida del “Mono” Gatica. En esta ocasión, se puede observar el documental “Soy Ringo” de José Luis Nacci sobre Bonavena y la extranjera “Boxing Gym” de Frederick Wiseman, que hace hincapié en el trasfondo de este deporte.
Para el final, como broche de oro, el deporte rey. En Bafici Sportivo, el fútbol se muestra desde distintas ópticas: a través del mundo del futbolista, en la historia de un club, en un partido histórico o incluso desde las vivencias del árbitro. “Michael Laudrup, a football player” muestra vida y arte del futbolista danés, brillante y discontinuo.
“Santos, 100 anos de futebol” cuenta la historia del club paulista, cuna de cracks como Pelé y Neymar. “Match en el infierno” de Zoltan Fabri (1962) fue la primer película basada en los enfrentamientos de agosto de 1942, en Kiev (Ucrania), cuando el equipo local (Start F.C.) le ganó a un par de combinados alemanes y lo que supuestamente sería una muestra de la supremacía del invasor se convirtió en derrotas y tragedia. El director Mattias Low puso su lente en un protagonista indispensable para el desarrollo de un partido de fútbol pero al que nadie le presta atención salvo que se equivoque: Martin Hansson, fue “The referee” en el repechaje mundialista entre Francia e Irlanda y se “deglutió” la mano de Thierry Henry. Sus padecimientos, las presiones recibidas y las consecuencias de su error están presentes en este documental, que también se presentará en el festival.
A los que nos gusta, celebramos la decisión del Bafici de otorgarle un lugar protagónico al deporte. En la mayoría de los casos, inclinándose por el documental, pero también dejando un leve resquicio para la ficción. Una de ellas, que trascendió su tiempo y que vista en retrospectiva no sólo anticipa de manera casi ingenua lo que ha de venir si no que también invita seriamente a reflexionar, es “El crack” (1960) que narra el camino zigzagueante de un futbolista hacia la gloria o el cadalso. El fútbol y el deporte en su conjunto ya no se ven en blanco y negro como la película de José Martínez Suárez, pero las vivencias del atleta, pese al paso del tiempo, permanecen inalterables.
