jueves 28 de marzo del 2024

Tecnología: Hete aquí, fútbol

El deporte más popular vivió un momento único en el Mundial de Clubes con la aplicación del video ref. ¿Estamos preparados para el cambio?

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Everett Rogers nació en Carroll, una pequeña ciudad del condado de Iowa, en 1931. Durante dos años, en la Guerra de las dos Coreas, prestó servicio para la Fuerza Aérea norteamericana en el epicentro del Mar de Japón, a unos pocos cientos de kilómetros de donde actualmente se está disputando el Mundial de Clubes. A “Ev”, como le decían cariñosamente sus colegas, no le apasionaba la milicia y tampoco el deporte. Cuando volvió a los Estados Unidos se instaló en la granja familiar y se dedicó a estudiar a los granjeros sureños. Fruto de las investigaciones publicó su primer libro “Diffusion of innovations (la difusión de las innovaciones)”, ejemplar que con el paso del tiempo se convirtió en una publicación icónica y hoy tiene casi 30.000 menciones bibliográficas en trabajos de investigación científica, siendo considerado una de las obras más citadas en el campo de la sociología. Sus conclusiones terminaron excediendo a la agricultura y se extendieron a varios áreas del conocimiento.

La humanidad, en su historia, ha delimitado procesos históricos a partir de la invención de nuevas herramientas y de la adopción de sus innovaciones. Ejemplos como la Revolución industrial, la imprenta de Gutenberg o la creación de la red de Internet, han permitido que la especie humana realice cambios sustanciales en su existencia y altere su desarrollo. En mayor o menor medida, en el mundo del deporte, los avances tecnológicos también han implicado cambios y modificaciones en los reglamentos, marcando un antes y un después en cada una de las especialidades. El de ayer, fue un momento único para el fútbol.

Promediando la primera etapa del partido entre Atlético Nacional (Colombia) y Kashima Antlers (Japón), en la semifinal del Mundial de Clubes, ocurrió el incidente que marcó el inicio de una nueva era. A los 27', tiro libre para el conjunto asiático, la jugada continúa desarrollándose ya sin peligro lejos de los arcos y, recién tres minutos después, cuando la pelota sale del terreno de juego, el árbitro (Viktor Kassai) se acerca a un monitor, por sugerencia del árbitro asistente de vídeo (Danny Makkelie), observa la jugada pasada del tiro libre al costado del terreno y retrotrae la jugada sancionando penal.

Por primera vez en la historia del fútbol, un árbitro cuenta con la potestad para utilizar (in situ) la tecnología en casos puntuales de un partido. Al analizar en toda su dimensión la jugada, se aprecia que previo a la infracción, el jugador japonés estaba en posición adelantada y el penal no debía ser sancionado. Se desata la controversia. Al final del juego, la FIFA debió salir a esclarecer la jugada. El video ref no puede ser utilizado para sancionar fueras de juego, su uso está limitado a cuatro situaciones puntuales: goles (entró o no la pelota), penales, tarjetas e identificación de identidad para una sanción.

Las voces críticas al uso de tecnología no tardaron en alzarse. “Han matado al juego”. “Desvirtuaron la esencia del fútbol que es el error humano”. “Nada será como antes”. Pese a que el fútbol hace más de cien años que permite errores arbitrales garrafales que condicionan el trámite del juego pretenden que, sin tiempo de trabajo y corrección, el uso de la tecnología sea completamente infalible.

Cuenta la historia que el padre de Everett Rogers era uno de los agricultores que se empeñó en resistirse al cultivo de la semillas híbridas de maíz. Después de una importante sequía que azotó a Iowa en 1936, en la granja de Rogers se secaron todos los cultivos. Sólo subsistieron las plantaciones de algunos de sus vecinos que se habían inclinado por las variantes híbridas. Rogers padre entró en quiebra. Consternado por la situación y por la obstinación de su padre, Ev se involucró personalmente con el tema. En los años 50, la Universidad Estatal de Iowa era un sitio ideal para evaluar la difusión de innovaciones en el campo de la sociología rural, la agricultura y las estadísticas, pero resultó que su trabajo “Diffusion of innovations (la difusión de las innovaciones)” trascendió absolutamente el campo original, aplicándose en geografía, economía, psicología, ciencia política y, por qué no, en el deporte.

La teoría distingue a las poblaciones según como aceptan las innovaciones tecnológicas. Están los innovadores creadores; luego los “early adopters” o primeros adoptantes, como el béisbol o el básquetbol; atrás viene la mayoría precoz o “early majority”, seguida por la mayoría rezagada o“late majority”, donde se ubica la mayor parte de los deportes populares; el grupo de cierre son los “laggards” o conservadores. “Hete aquí, fútbol”.