Consciente de que necesita poco menos que un milagro para dejar al equipo en Primera División, Hernán Darío Ortíz comenzó hoy su ciclo como nuevo entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata en reemplazo del despedido Angel Cappa.
"La vamos a pelear como en la guerra", sentenció Ortíz, quien remarcó que en el plantel de Gimnasia "hay mucha juventud y el tema anímico es muy importante".
Ortíz dijo que asumió para "tomar decisiones" y, tras aclarar que no tiene "compromiso con nadie", pidió que "nadie ponga mala cara" si le toca mirar desde el banco o ser reemplazado durante un partido.
Al mostrarse optimista en poder revertir la situación, sostuvo por La Red: "Hubo partidos en que Gimnasia fue superior, como contra Independiente, que podría haber ganado dos o tres a cero".
Ortíz, quien estuvo acompañado por Favio "Yagui" Fernández y Ariel Pereyra como ayudantes de campo y por Javier Lavallén como entrenador de arqueros, dirigió el primer turno de entrenamientos en el predio de Estancia Chica y a la tarde estuvo al frente de la segunda sesión. El nuevo cuerpo técnico determinó que el entrenamiento de mañana a la mañana sea a puertas cerradas y que los jugadores queden concentrados el jueves para el partido del sábado ante Quilmes en condición de visitante.
Gimnasia ocupa la penúltima posición en el torneo Clausura con once puntos y se encuentra en zona de descenso directo a falta de siete fechas para el final de la temporada.
Fuente: DyN
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