martes 07 de mayo del 2024

Madelón, Caruso y la crónica de un desenlace anunciado

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La historia dirá que Leonardo Carol Madelón renunció a la dirección técnica de San Lorenzo el primer día de mes de abril de 2012, con apenas 13 partidos en su haber y 130 después de su asunción. La historia también dirá que Leonardo Carol Madelón no pudo encaminar a un equipo disfuncional donde sus máximos responsables no han parado de sacrificar chivos expiatorios en el intento estéril de lavar sus culpas.

"Sabemos en la situación que tomamos al equipo y estamos preparados para poner el hombro y salir adelante", dijo el entrenador al momento de asumir y no mintió: puso el hombro y también el corazón pero con eso sólo no fue suficiente. Son necesarios más atributos para conducir a un grupo desunido, sin contar con el apoyo y la complicidad de los dirigentes.

Cuatro partidos dirigió Madelón a San Lorenzo en el año 2011. Debutó con un empate en cero ante Newell's y se fue “conforme porque el punto sirvió para levantar el ánimo”. Luego le ganó a Tigre y con el triunfo alcanzó lo que sería el clímax de su estadía en Boedo.  A partir de ahí todo sería barranca abajo: primero una derrota con Independiente y luego con San Martín de San Juan. “San Lorenzo no puede mostrar esta imagen. Acá hay que cantar las cuarenta, no queda otra”  dijo, al salir de los vestuarios del Hilario Sánchez como corolario de año para un equipo “que no tiene contundencia ni gol”.

La puerta estival para contrataciones estaba abierta pero el panorama se percibía complicado y Madelón se descargó en una entrevista para el diario Clarín: “Si no me traen a los jugadores que pido, me tengo que ir. Porque después todos me van a decir que armé mal el equipo”. Como era de esperarse, los refuerzos pretendidos (Villar y Bergessio entre otros) no vinieron, pero aún así el entrenador permaneció en el cargo en una decisión donde primó el corazón por sobre la cabeza. El que volvió fue Pablo Migliore, tras ser operado de una ruptura meñiscal, y con su pelea con Botinelli latente.

En la previa del partido con Lanús, el primero del año, Madelón resolvió el tema del arquero: “Va Nereo Champagne porque a Migliore le está faltando un poco de ritmo de partido. En Champagne veo mucho futuro, sale muy bien, tiene espalda para estar en San Lorenzo. Tiene hambre, ya dejó de ser pibe". En la misma entrevista, también describió la situación de Romagnoli, el único jugador distinto del equipo: “Es difícil que sea titular, San Lorenzo no tiene volantes para rodear a un enganche. No hay alternativas, tengo que armar un mediocampo duro.”

La goleada sufrida (4 a 1) en el sur bonaerense y el empate con Estudiantes, en el Nuevo Gasómetro, desataron la paranoia sanlorencista. Madelón recién llevaba seis partidos al frente del equipo cuando, el 23 de febrero, el vicepresidente Jorge Aldrey  afirmó en declaraciones a Jogo Bonito (Radio Belgrano) "Seríamos muy poco serios si planteáramos su salida. No estamos en una situación cómoda, lo sabemos, pero vamos a continuar con Madelón, que es el técnico que eligió toda la Comisión Directiva". En la cabeza de Leonardo Carol debía retumbar el refrán: “Cuando salen a apoyarte es porque ya están pensando en echarte”.

Dos días después, San Lorenzo le ganó a Argentinos Juniors en el Diego Armando Maradona, pero el triunfo perdió relevancia por la posterior derrota ante Boca. Hasta esa derrota, el conjunto de Madelón era un equipo duro (como lo había anticipado su entrenador) que, si bien cometía algunos errores en jugadas de pelota parada y dependía excesivamente de lo que pudieran hacer el tándem Ortigoza-Kalinski, podía ganar o perder con cualquiera de los equipos de mitad de tabla; al enfrentar a los clubes ordenados dependía en gran medida de la suerte.

En la semana de la derrota con Boca, el vicepresidente Aldrey volvió a hablar, esta vez en Rock and Closs: “No hay que respaldar a Madelón porque nunca estuvo en duda. Va a seguir en San Lorenzo, no hemos hablado con ningún técnico”. El vicepresidente cumplía la máxima del recordado presidente de River, Alfredo Davicce: “Mi obligación es respaldar al entrenador hasta cinco minutos antes de echarlo”.

Un grupo de referentes, entre los que se encontraban Botinelli y Ortigoza, salieron a defender al entrenador. También, en esa misma semana, rompió el silencio Migliore: “No estoy conforme y lo hice saber. Madelón me dijo en el verano que iba a arrancar jugando pero a las palabras se las lleva el viento”. Como si fuera poco, esa primera semana de marzo también marcó el comienzo de la novela de “Buffarini, el no deseado” (un jugador al cual los dirigentes fueron a buscar en medio de la temporada, pagando una fortuna de dinero y sin contar con la conformidad del entrenador).

En los pasillos del Bidegain ya se rumoreaba que Madelón tenía un pie afuera y que Caruso Lombardi (en ese momento DT de Quilmes) era número puesto para el cargo. El cotilleo decía que Ricardo veía con buenos ojos la contratación del rubio volante de Ferro y que no podía entender la suplencia de Migliore, quien durante la etapa de Caruso Lombardi en Racing fuera titular indiscutido.

En la antesala del partido con Belgrano, el entrenador rival (Ricardo Zielinski) fue consultado sobre la situación y tomó posición defendiendo al entrenador: “Madelón es de los mejores pero si los dirigentes no te respaldan es difícil y si cambian tanto de entrenador, es porque no tienen una línea”. Al final, el resultado “terminó dándole la razón”: San Lorenzo venció a Belgrano en Córdoba con la particularidad de que en ese partido Romagnoli jugó por primera vez como titular. El duro 4-4-2 de Madelón se transformó en un híbrido 3-4-1-2, sin nunca explicitarse los motivos del brusco volantazo.

Con la momentánea tranquilidad del resultado, el 14 de marzo, Leonardo Carol habló con Un buen momento (Radio La Red) y se descargó: “No le puedo poner un revólver en la cabeza a Carlos Abdo para que me respalde”. También opinó sobre la nueva contratación de la semana: “Yo prefería a (Diego) Barrado, pero Buffarini es bienvenido”, dijo demostrando preferencias y deslizando la posibilidad de no utilizarlo. El fin de semana, San Lorenzo empataría con Colón en un partido que quedará en el recuerdo por el error arbitral de Abal, aunque el equipo demostró muy poca aptitud ofensiva jugando sesenta minutos con un hombre más que su rival. El error del árbitro sirvió para exculpar al entrenador apenas por una semana, hasta la derrota con Atlético Rafaela y la pelea insólita entre los jugadores de San Lorenzo y los hinchas rivales.

Al día siguiente, Aldrey volvió a hablar en Radio La Red: “Yo no pienso echar al entrenador y creo que el presidente tampoco, Madelón se quedará en San Lorenzo todo el tiempo que él quiera. Nosotros le estamos dando apoyo para que Leo trabaje tranquilo, su permanencia no depende del resultado con Vélez”. Llamativamente, para ese partido, Madelón decidió los ingresos de Migliore y Buffarini como titulares.

En un estadio sin hinchas, San Lorenzo perdió con Vélez. Madelón presentó su renuncia al concluir el partido. Los dirigentes se encerraron a deliberar en absoluto secreto.  Los jugadores buscaron huir lo más rápido posible del estadio. Bueno, no todos. Pablo Migliore se bajó del auto para dialogar amablemente con unos amigos que vestían camiseta de San Lorenzo.

La historia no explicará los motivos de algunas decisiones, ciertamente ilógicas. Sólo dirá que a Madelón lo sucedió Ricardo Caruso Lombardi, dándole veracidad a los rumores, pero esa ya es otra historia.

(*) Médico, periodista y ex futbolista. Especial para 442.