lunes 06 de mayo del 2024

El sello bielsista del DT líder de la "B" Nacional

Darío Franco habló con 442 sobre el gran momento de Instituto, sus épocas como jugador de la Selección y cómo lo marcó el Loco Bielsa. Galería de fotosGalería de fotos

442

“Soy de la línea bielsista a muerte”. Cuando habla del “Loco”, Darío Franco muestra orgullo por el técnico que le mostró el camino en Newell’s y que años más tarde lo llamaría como colaborador en la selección de Chile. Hoy, con la histórica presencia de River en el Nacional B, su Instituto es el gran líder que se encamina hacia el ascenso.

“Nunca se termina de aprender estando cerca de él. Hoy trato de incorporar cosas como el pressing en campo rival que hacen sus equipos, el ataque con mucha gente, que el equipo sea solidario y que todos corran cuando la pelota se pierde. No me van a alcanzar los días para conocer bien a los equipos de Marcelo y aprender todo lo que él hace con sus equipos”, describe Franco a 442.

El director técnico de la Gloria supo estar bajo las órdenes del Loco en la Primera de Newell’s Old Boys y formó parte, como titular, del equipo campeón en el Apertura '90. “Me marcó como jugador y también como entrenador. Es el número uno, sin dudas”, reconoce el DT. La histórica final de la Lepra con Boca, ganador del Clausura, Franco la vio por televisión desde Chile, con el plantel de la selección argentina.

Darío fue un pilar fundamental en el gran equipo que armó Alfio Basile para la Copa América en suelo trasandino. El volante fue autor de dos goles frente a Brasil en la rueda final que terminaría con la consagración argentina frente a Colombia. “Lo más lindo era ponerse la camiseta y salir a jugar sabiendo que estabas representando a todo el país”, rememora el ex volante.

Su historia con la celeste y blanca tiene un recuerdo triste: “Lo peor que me pasó en la Selección fue cuando Basile me dijo que me quedaba afuera del Mundial (Estados Unidos 1994). Más que la lesión (durante la Copa América de 1993, el boliviano Marco Sandy le quebró la tibia y el peroné), el golpe más duro fue saber que no iba a estar entre los 22”. Pese a todo, Franco decidió acompañar al equipo que terminaría quedando eliminado a manos de Rumania en octavos de final.

Tras un paso por el Zaragoza de España, Franco se fue al Atlas mexicano. En tierras aztecas transcurriría gran parte de su carrera. Luego de tres años con los rojinegros, emigró al Morelia. Allí pasó a jugar más cerca de su arquero, convirtiéndose en un auténtico muro defensivo. En 2004, Franco decidió abandonar su faceta como futbolista. Como homenaje a su trayectoria en el equipo, los dirigentes del Morelia decidieron retirar la camiseta con el 58, número que llevara el argentino durante seis años.

El entrenador. “No tengo un sueño a largo plazo. Me gratificaría que el equipo mantenga el nivel hasta el último partido del torneo y que se siga hablando de cómo juega Instituto. Aún sin conseguir el objetivo”, asegura Franco, en una clara muestra de sus principios "bielsistas".

La Gloria marcha primero en el campeonato de Nacional B y le lleva cuatro puntos a sus perseguidores, River y Quilmes. “Los rivales  que iremos enfrentando a medida que se acerque el final del torneo serán más complicados. Está todo muy parejo y creo que se va a definir en las últimas fechas”.

“El resultado final es consecuencia de cómo juega el equipo. Hoy la cantidad de puntos que tenemos es gracias al juego que el equipo ha demostrado en todas las canchas”, explica el entrenador de Instituto.

Al igual que Bielsa,  Franco vive al ciento por ciento los partidos desde el banco de suplentes. “Grito mucho para que estén alerta. En este fútbol de hoy donde todos nos conocemos bien, los pequeños detalles te hacen ganar o perder un partido. Los gritos tienen que ver con que el equipo mantenga la concentración durante todo el partido”, cuenta.

En el final se hace inevitable recurrir, otra vez, al entrenador que lo marcó en Newell’s. “En ese momento (tras la eliminación en el Mundial 2002) fue una gran injusticia porque la gente lo reconoce ahora que pasó a la semifinal de la Europa League y no tiene que ser así. El equipo, en su momento, quedó afuera porque no entró una de las tantas pelotas que debería haber entrado. Para mí siempre fue el mejor, más allá de aquella salida de la Selección. Siempre fue el número uno, sin dudas, por lejos”.

Algunos DT valen, otros no tanto

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