viernes 26 de abril del 2024

Defenderse en Brasil, una necesidad imperiosa

Los hinchas que viajen al Mundial deberán tener presente las recomendaciones médicas y vacunarse contra las enfermedades que transmiten los mosquitos. El problema del dengue.

442

Sabella y sus muchachos tienen su cabeza puesta en ganar la Copa del Mundo, es lo único que ocupará su mente de aquí a mediados de julio. El resto de los asuntos a resolver corre por cuenta del personal que colabora con la selección argentina. También miles de hinchas argentinos que tienen su cabeza puesta en Brasil 2014 y están obsesionados con ser campeones en el Maracaná, pero a diferencia de los futbolistas, además del resultado deportivo deben preocuparse por otros asuntos que no están relacionados directamente con la pelota.

Al momento de viajar al extranjero, uno de los aspectos fundamentales, son los requisitos y las recomendaciones sanitarias. Hay una diferencia radical entre requisitos y recomendaciones: al turista argentino, las autoridades brasileñas no le exigen haber recibido vacuna alguna para ingresar. Sin embargo, eso no significa que no sean necesarias para transitar por algunas regiones.

La superficie territorial de Brasil ronda los 8,5 millones de km², ocupa la mitad del continente sudamericano y es el quinto país más grande del mundo. Las variaciones climáticas entre regiones son importantes. Dividido en veintiséis estados y un Distrito Federal, sólo doce tendrán el privilegio de ser sedes de la Copa del Mundo.

Como forma parte del Calendario de Vacunación argentino, la inmensa mayoría de la población ha sido inmunizado contra sarampión y rubeola. Esto seguramente atenuará las posibilidades de contraer la enfermedad pero, como medida de prevención, es importante que todo aquel que viaje al Mundial, reciba una nueva dosis de la triple viral.

Es importante recordar que el último brote epidémico de sarampión en la Argentina, fue en el año 2010, luego del Mundial de Sudáfrica: fueron dos casos de contagio en el exterior y quince relacionados a la importación, pero adquiridos en el país. En uno de los casos, un padre viajó para ver a la Argentina y no sólo se volvió con la tristeza de la derrota ante Alemania, también con un cuadro leve de sarampión que solamente se diagnosticó luego de que contagiara de gravedad, a su hijo menor de un año, que aún no estaba inmunizado.

Los hinchas que viajen a Brasil deberán tener en cuenta las recomendaciones sanitarias.

A diferencia de la triple viral, la vacuna de la fiebre amarilla sólo es administrada a personas que viven o viajan a zonas de riesgo. En algunas regiones, principalmente rurales y/o selváticas del territorio brasileño, es un mal endémico (con niveles permanente de enfermedad). Es imperiosa la vacunación, como mínimo diez días antes de la partida, para todo aquel que concurra a estas regiones de sedes mundialistas: Amazonas (Manaos), Mato Grosso (Cuiaba), el interior de Minas Gerais (Belo Horizonte es la ciudad capital), oeste de Rio Grande do Sul (Porto Alegre), de Paraná (Curitiba) y de São Paulo, y al Distrito Federal (Brasilia).

También es conveniente si decide hacer turismo y adentrarse en otros estados como Piauí, Santa Catarina, Maranhao, Acre, Amapá, Tocantins, Rondônia, Goiás, Pará y Roraima. Argentina no jugará en esas regiones, pero si usted está planificando hacer turismo, además de ver fútbol, no se olvide de pasar por un Centro de Salud a vacunarse.

Otra de las enfermedades transmitidas por mosquitos es el paludismo (o malaria), que tiene como vector al Anopheles y es producida por un parásito (Plasmodium). No hay una vacuna pero existe la quimioprofilaxis antipalúdica que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es un tratamiento preventivo, como si el paciente estuviese realmente enfermo, que ataca al parásito (en el caso de aparecer) en una de las fases de la infección y, de esta manera, previene la enfermedad. Este tratamiento solamente debe ser administrado a quien viaje a la región amazónica (Manaos) y al norte de Mato Grosso (Cuiabá), únicas zonas de riesgo en el territorio brasileño.

Al igual que la Fiebre Amarilla y que el Paludismo, el Dengue es una enfermedad transmitida por un mosquito (Aedes Aegypti) pero la única medida preventiva que existe, es evitar ser picado: ya sea con métodos barrera (evitando exponer zonas del cuerpo) o con repelentes. Esta es la “enfermedad del Mundial” que más preocupa en otras latitudes.

La posibilidad de que un brote de dengue, durante la Copa del Mundo, pueda infectar a los visitantes y que estos difundan la enfermedad en su país de origen, no es descabellada. Para que eso ocurra, depende de una combinación de diferentes factores, entre ellos: un gran número de mosquitos (condiciones climáticas y ambientales), una población susceptible y una alta tasa de contacto mosquito-humano.

Por este motivo, un equipo de científicos europeos desarrolló un sistema de alerta temprana que estima la probabilidad de brotes de dengue en Brasil durante la Copa Mundial. Utiliza un modelo estadístico que combina predicciones climáticas operativas (como temperatura y precipitación estacional) a lo que ocurre en tiempo real y lo relaciona con factores socioeconómicos, para hacer advertencias probabilísticas de dengue. El trabajo, realizado por un equipo interdisciplinario compuesto por científicos del clima, especialistas en salud pública y matemáticos, ha sido publicado en la sección -Infectious Diseases- de la revista médica más prestigiosa del mundo: “The Lancet”.

Argentina, en la zona de grupo, juega en ciudades de riesgo moderado (Río de Janeiro -vs Bosnia- y Belo Horizonte -vs Irán-) y de bajo riesgo (Porto Alegre -vs Nigeria).

Estimado lector, ahora usted ya sabe: no se olvide del repelente al armar las maletas y si de casualidad se cruza con un mosquito pequeño, de patas largas, color oscuro y con rayas blancas en el cuerpo, espántelo rápido y sepa que ese es el causante de que en Brasil haya más casos de dengue que en cualquier otra parte del mundo.

La aparición de fiebre, dolor de cabeza, vómitos y decaimiento general son comunes a estas tres enfermedades y a otras (como la gripe) que no revisten tanta gravedad. Por lo tanto, preste atención y olvídese de los problemas defensivos de la selección o de cómo Sergio Romero cuida el arco: de eso deben encargarse Sabella y sus muchachos, que no necesitan pensar en otra cosa. Usted piense en usted y los suyos, disfrute y esté preparado para protegerse y protegerlos. Al fin de cuentas, ese es su trabajo.