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La derrota 3-1 ante México, en la primera fecha, obligaba a Uruguay a obtener un resultado favorable ante Venezuela, si quería avanzar en la Copa América Centenario 2016, pero el gol Salomón Rondón complicó el panorama.
A falta de diez minutos, Luis Suárez, quién estaba en el banco por un desgarro, pidió entrar para intentar remontar el resultado. La respuesta del cuerpo técnico fue negativa y el delantero del Barcelona se lo tomó de la peor manera.
No sólo se enfureció por la decisión, sino que también golpeó el banco de suplentes y tiró la pechera al piso con claro enfado.
Mirá el video del enojo de Luis Suárez:
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