La Selección Argentina llega a la Copa América de Brasil con una sequía de 26 años sin títulos en categorías mayores y generaciones de futbolistas de la élite mundial que no lograron traducir en campeonatos sus carreras exitosas en los mejores equipos del planeta, pero sin lugar a dudas que todo este tiempo de frustraciones tiene un antes y un después de la aparición de Lionel Andrés Messi, máximo responsable de la expectativa de los hinchas.
La foto de Oscar Ruggeri levantando la copa en Ecuador está cada vez más amarilla pero ningún otro plantel pudo reemplazarla para que dejara de ser la imagen de la última alegría. Además de los 26 años, pasaron muchos entrenadores como Passarella, Bielsa, otra vez Basile (último campeón), Batista y Martino y ninguno pudo dejar su nombre en la página de los ganadores.
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Repasar cómo le fue a la Selección con y sin Messi durante todo este tiempo ayuda a entender que su presencia potencia al equipo, eleva la vara, genera mayores preocupaciones y temores en los rivales y mejora los resultados finales, incluso aunque no se logre el gran objetivo.
A principios de los 90 parecía fácil. La Selección venía de ser campeona y subcampeona del mundo y a ese presente exitoso le sumaba dos estrellas continentales, incluso prescindiendo de Diego Maradona. Pero de a poco todo se hizo más complicado y 26 años después, nada ni nadie pudo romper el maleficio.
La mano de Tulio en Uruguay 1995 mandó a los penales la definición entre Argentina y Brasil en los cuartos de final. La clasificación fue para la Verdeamarela y el título quedó para los anfitriones. A Bolivia 1997, Passarella fue con un equipo B, la diferencia se sintió tanto como la altura y otra vez los cuartos de final fueron una barrera infranqueable, esta vez frente a Perú
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Paraguay 1999 es recordado por los tres penales que falló Martín Palermo en un mismo partido y no todos se acuerdan que grandes figuras de la época como Batistuta, Verón, Crespo y Almeyda no participaron, Bielsa llevó a gran parte de la base del Boca de Bianchi pero apareció otra vez Brasil en cuartos de final para quebrar la ilusión y revalidar el título conseguido dos años antes.
Argentina no participó de la edición disputada en Colombia en 2001 por la grave situación de violencia que atravesaba el país cafetero. Ya en Perú 2004, todavía con Bielsa pero con una nueva generación de futbolistas, parecía que llegaba el momento pero en una increíble final ante Brasil, un gol agónico de Adriano mandó la definición a los penales y el título volvió a escaparse de una forma muy dolorosa.
La era Messi. Con apenas 20 años, Venezuela 2007 fue su primera Copa América, rodeado y potenciado por hombres de experiencia y buen pie como Riquelme, Verón y Crespo. El equipo de Basile llegó caminando a la final y acumulando goleadas pero se desdibujó en la final y sufrió una contundente derrota ante Brasil.
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En 2011 Argentina fue local y contaba con un Messi en su plenitud que brillaba en el Barcelona de Guardiola y ganador ya de dos Balones de Oro. Pero llegó fundido a la Copa América y se fue en cuartos de final y sin hacer goles en el equipo que dirigía Sergio Batista.
En 2015 y 2016, Argentina tuvo todo para cortar la mala racha pero otra vez los penales le dieron la espalda en Chile y en Estados Unidos, y el dolor fue tan grande que apenas terminó la final de la Copa América Centenario, Messi comunicó su renuncia a la Selección.
Por suerte al poco tiempo se arrepintió y regresó, y ya avisó que lo va a seguir intentando. Queda claro que cuando está él, las chances aumentan.