Periodista
El año empezó con un anuncio que terminó con todos los tironeos, negociaciones, guerras judiciales y operaciones mediáticas que se dieron en el segundo semestre de 2020 por los derechos de TV del fútbol argentino. Como si la AFA hubiese esperado el cambio de calendario para firmar la paz, Claudio “Chiqui” Tapia informó desde su cuenta de Twitter que la entidad que preside había firmado una extensión de contrato con Disney hasta 2030. Sí, con Disney, la misma empresa a la que le habían rescindido de manera unilateral hace menos de tres meses.
El nuevo acuerdo ya estaba cerrado hace 20 días: el viernes 11 de diciembre, los representantes de Disney -Diego Lerner y Guillermo Tabanera- y Tapia sentaron las bases del contrato, que mantiene los montos actuales pero contempla dos soluciones: el fin del conflicto judicial existente y la extensión del vínculo contractual hasta 2030 a cambio de 45 millones de dólares (30 millones se pagarán este mes, y los otros 15 se pagarán a mitad de año).
Después de tanto esfuerzo y trabajo confirmarmos un acuerdo trascendental con Disney por los derechos de tv, que será beneficioso para todo el fútbol argentino.Desde el inicio dijimos que ibamos a luchar por nuestras instituciones y esto demuestra nuestro compromiso asumido!
— Chiqui Tapia (@tapiachiqui) January 1, 2021
Recordémoslo, porque el contorno del fútbol argentino siempre es difícil de entender y de explicar: en octubre, la AFA había rescindido el contrato con Disney con el pretexto de que no había informado correctamente la fusión entre FOX y ESPN. Enojadisimos con la situación, desde Disney montaron un operativo mediático para esmerilar a Tapia y Tinelli desde el talk show televisivo que conduce Alejandro Fantino los lunes a la noche. Con el regreso de Fernando Niembro a la pantalla, nunca antes un programa había generado tantos WhatsApp y llamados urgentes entre dirigentes de fútbol como el de aquel lunes 19 de octubre. Definido como “carnicería”, “papelón” o “periodismo de guerra”, el programa había cumplido su cometido: avisar que iban a dar batalla.
A las granadas mediáticas, Disney le sumó una estrategia liderada por el abogado Miguel Ángel de Dios que compilaba una batería de argumentos jurídicos. Días después, la Justicia dictó una medida cautelar a su favor y le permitió transmitir los partidos de la Copa de la Liga Profesional que estaba por arrancar. La batalla anunciada ese lunes por la noche había durado apenas unos días. Todo eso, ahora, quedó dirimido.
Héroes y villanos. Más allá del anuncio y del dinero fresco que recibirán los clubes, el acuerdo también implicó el fortalecimiento de Tapia como negociador. “Si alguien se había equivocado, justamente no había sido Tapia, sino Tinelli. El pifie se lo mandó él”, le dicen a PERFIL desde Disney. En la empresa del Ratón Mickey, acostumbrados a los héroes y villanos de sus películas, ya definieron qué rol asignarle a cada uno: le atribuyen al presidente de la Liga Profesional y de San Lorenzo la estrategia fallida para que Turner se quedara con el 100% de los derechos a cambio de una mejora económica.
Como sucedió tantas veces en el fútbol argentino, buena parte de lo que ocurrió con Disney se explica en la necesidad de los dirigentes para recibir más dinero y tapar baches. La desesperación acota perspectivas. Nadie advirtió que en la Justicia, la rescisión unilateral con Disney/Fox no iba a homologarse. “Judicialmente Disney/Fox estaban ganando. Lamentablemente el estudio jurídico de AFA no tuvo una buena lectura del tema”, reconocen en Viamonte 1366.
Con la tormenta desatada, programas incendiarios y un laberinto judicial, Tapia fue el que buscó una salida política. El Gobierno no se sentó a la mesa, pero sí monitoreaba la situación a través de sus tres líneas dentro de AFA: la del presidente Alberto Fernández, Máximo Kirchner y Sergio Massa. Cada uno tiene dirigentes que le responden.
El acuerdo se trabajó durante varias semanas. No solo estaban la AFA y Disney en el escenario. Telecentro, del Grupo Pierri, hizo un ofrecimiento formal que fue trasladado a los dirigentes. Pero aceptarlo implicaba profundizar aún más el conflicto judicial con Disney. También estaba Turner, que buscó quedarse con todo y ahora continúa con el 50% y observado con cierto resquemor por parte de su socio. Si en 2017 las dos partes definían a su relación como un “matrimonio por conveniencia”, ahora ese matrimonio está degradado, en crisis, aunque se lo atribuyen a fallas domésticas. “El vínculo entre Time Warner y Disney Company excede a la Argentina. Por suerte, los errores de algunos directivos de aquí terminan siendo menores”, explican en Disney. Porque la paz puede anunciarse con un tuit. Pero en el fútbol argentino nadie sabe hasta cuándo dura.