jueves 28 de marzo del 2024
De Ramatuelle a Zurich

Se terminaron las vacaciones en la Costa Azul: Macri debuta en la FIFA

El expresidente ya está en Suiza para asumir formalmente como presidente de la Fundación. Su misión: buscar fondos, aumentar el presupuesto y financiar proyectos educativos.

Luego de la polémica, la sorpresa y los enojos de propios y ajenos por la decisión de viajar a Europa en el peor momento de la pandemia en Argentina, Mauricio Macri llegó a Suiza para iniciar una serie de reuniones en el predio de la FIFA, donde asumirá formalmente como presidente ejecutivo de la Fundación de esa entidad.

Después de su estadía en Paris –primero en el hotel La Réserve y más tarde en un departamento en las inmediaciones del Boulevard Saint Germain– y de su descanso de lujo en Ramatuelle, un pueblito cercano a Saint Tropez, en la Costa Azul francesa, el expresidente bordeó el extensísimo zoológico de Zúrich para arribar a Strasse 20, la sede central de la FIFA.

De acuerdo a la información a la que accedió PERFIL, Macri llegó para tomar el cargo y comenzar con una agenda que, de mínima, está prevista hasta mediados de septiembre. “Su presencia allá iba a darse en marzo, pero creció la pandemia y cerraron los países. Ahora, que se puede hacer, asumirá sus funciones cumpliendo los protocolos”, dicen en su entorno.

 

Un presupuesto que crecerá: de cien a mil millones de dólares

No será el “vicepresidente del mundo”, como le gustaba ilustrar a Julio Grondona sobre la vicepresidencia de la FIFA que tuvo durante más de dos décadas, pero Macri será el presidente de una Fundación que tiene un presupuesto actual de 100 millones de dólares, y que en la sede de Zurich pretenden multiplicarlo por diez: incrementarlo a mil millones de dólares.

Esa será una de las principales tareas que tendrá Macri como referente de esa Fundación: conseguir nuevos aportantes y socios para aumentar sustancialmente el presupuesto vigente, y luego destinarlo a programas educativos en los países donde pisa la FIFA, la multinacional del fútbol que puede jactarse de tener más miembros que la ONU. Al día de hoy, la entidad que preside Gianni Infantino cuenta con 211 afiliados; las Naciones Unidades, con 193.

En palabras de Macri, la búsqueda de financiamiento para la Fundación que presidirá abarcará desde la comunidad futbolística hasta organizaciones no gubernamentales, otras fundaciones, empresas y gobiernos.

La Fundación FIFA tiene apenas dos años. Se creó en 2018, según asegura el organismo que rige el fútbol mundial, “con el objetivo de contribuir a la promoción de un cambio social positivo”. Si bien el enfoque prioritario es la educación, a través del programa Football for Schools que se lanzó en 2019, la pandemia de coronavirus alteró alguno de sus propósitos: de hecho, en mayo, la Fundación anunció la organización de un partido para recaudar fondos que se destinarían a Access to COVID-19 Tools (ACT, “Acceso a las herramientas de la COVID-19”), una alianza mundial que pretende acelerar la producción y el acceso a diagnósticos y vacunas para enfrentar esta enfermedad.

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Infantino y Macri afinaron su relación en el G-20 de Buenos Aires, en 2018. Ahora, serán socios en la FIFA. 

Lejos de las habitaciones boutique, las avenidas prolijas de Suiza y las postales del verano europeo, los dirigentes del fútbol argentino preparan el regreso del torneo local en un contexto de crisis e incertidumbre por el pico sostenido de contagios y muertes.

Más allá de algunos chistes de ocasión que se dieron en las últimas semanas, ni en la AFA ni en la Liga Profesional le dieron importancia al viaje de Macri a Francia y Suiza. Todo lo que tenían para decir los dirigentes lo explicitaron cuando en enero se enteraron del nombramiento: la AFA con un comunicado en el que consideró como “inapropiada su designación” y algunos referentes como Rodolfo D’Onofrio (River), Jorge Amor Ameal (Boca) y Marcelo Tinelli (San Lorenzo), al definir como “lamentable” esa determinación de la FIFA.

“Como vicepresidente de la FIFA, tengo más poder que cualquier político argentino”, se jactaba Grondona, en una frase que bien podría caberle ahora a Macri, quien pisó las dos orillas. Grondona murió antes de la creación de la Fundación FIFA. Si la hubiera conocido, quizás a su manera, con su voz confusa y poco modulada, habría ilustrado bastante bien cómo se observa el mundo desde esas alturas.