domingo 28 de abril del 2024
Eliminatorias Sudamericanas

El crudo relato del hincha argentino agredido por la policía brasileña: “Se sacaban fotos con nuestras radiografías como trofeos de guerra”

Previo al comienzo del partido entre Argentina y Brasil la policía local reprimió a los simpatizantes del equipo de Lionel Messi y el relato de uno de ellos detalla el violento episodio.

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Otra vez el fútbol sudamericano aparece en el ojo de la tormenta por actos violentos que opacan el espectáculo futbolístico que se esperaba en una nueva edición del Clásico de las Américas entre la Selección Argentina y Brasil.

En un acto similar a lo que sucedió con los hinchas de Boca en los días previos a la final de la Copa Libertadores, ayer por la noche en el estadio Maracaná la policía brasileña reprimió de una forma inhumana a los simpatizantes argentinos en las tribunas.

En ese contexto, Eugenio, un hincha argentino que vive en Río de Janeiro sufrió una dura golpiza por parte de los efectivos brasileños por la cual tuvo que ser retirado en camilla con la cabeza ensangrentada efecto de los palazos recibidos.

No había barras bravas argentinos, sí de Brasil y al lado nuestro. Estábamos tranquilos en nuestro sector. Comenzó un tumulto y entró un cordón policial. En vez de separar, entraron a los palazos. No peleé ni nada. Yo me caí y me di la cabeza contra uno de los parantes que hay para dividir la escalera en el Maracaná. Cuando me levanto en la camilla dentro del hospital del Maracaná tenía las manos esposadas y llenas de sangre”, relató.

"Uno de Atlanta tenía dos huesos del brazo quebrados y el dedo chico también. Los mismos policías que aparecen en los videos se sacaban fotos con las radiografías de él, se sacaban selfies con nosotros como trofeos de guerra. Estaban contentos y sentían que eran héroes. Si no hubiese habido personas del consulado, yo creo que hubiésemos cobrado ahí adentro también", sentenció.

Por último, reveló que los obligaron a pagar una fianza para ser liberados luego de ser detenidos: "A los ocho que estábamos ahí nos juzgaron juntos, como que fuimos parte de una muchedumbre que armó el quilombo y todos fuimos responsables de lo mismo, que enfrentamos a la policía, que armamos una guerra. Tuvimos que pagar 200 reales de fianza, no teníamos otra opción". 

JP

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