Cuando se hizo oficial que Diego Pablo Simeone asumía la dirección técnica del Atlético el banquillo del Real Madrid estaba ocupado por José Mourinho. Y el del Barcelona, por Pep Guardiola. En el Sevilla y en el Valencia, respectivamente, estaban Marcelino y Unai Emery. Jugaban en Primera, por otra parte, Osasuna, Mallorca, Racing o Zaragoza.
Aquel anunció llegó un 23 de diciembre, concretamente el de 2011, de manera que El Cholo cumple años hoy al frente del equipo rojiblanco. Cuatro de mandato, por utilizar terminología muy de moda estos días. En ese tiempo casi todo ha cambiado, hasta el punto de que precisamente Simeone es el único entrenador que se ha mantenido en la máxima categoría sin cambiar de equipo. Porque son 13 los clubes, incluido el Atlético, que no han subido ni bajado en el intervalo, pero ninguno de ellos ha conservado al míster que tenía entonces. El récord negativo en ese sentido lo tiene el Valencia, por cuyo banquillo incluidos interinos han pasado desde entonces el mencionado Emery, Pellegrino, Ernesto Valverde, Djukic, Nicolás Estévez, Pizzi, Nuno, Voro y Gary Neville, que de hecho llegó al cargo hace apenas unas semanas.
No anda lejos el Granada, con Fabri, Abel (en dos etapas), Anquela, Lucas Alcaraz, Caparrós, Aguado y Sandoval en su lista. Independientemente del Atlético, los que menos se han movido son el Athletic, sólo Bielsa y Valverde, y el Rayo, con Sandoval y Paco Jémez. El Barcelona ha tenido cuatro técnicos, Tito, Martino y Luis Enrique además de Pep, mientras que el Real Madrid ha contado con Ancelotti y Benítez después de Mou.
La lista de equipos permanentes en la etapa del Cholo se completa con Espanyol, Real Sociedad, Levante, Getafe, Sevilla y Málaga, mientras que son otros 15 los que han estado de forma ocasional, léanse Osasuna, Mallorca, Betis, Racing, Sporting, Zaragoza, Villarreal, Celta, Deportivo, Valladolid, Elche, Almería, Córdoba, Eibar y Las Palmas. Sólo dos de ellos, por otra parte, tuvieron un solo técnico para medirse al Atlético del Cholo: en el caso aragonés, Javier Aguirre fue destituido para que llegara Manolo Jiménez apenas unos días después de que se produjera el cambio en el banquillo rojiblanco -Simeone ni siquiera había debutado-, así que el rival fue el andaluz, que se mantuvo hasta el descenso en 2013; en el caso ilicitano, por último, Fran Escribá fue el míster de las dos campañas en Primera.
Así que el argentino es el técnico decano a día de hoy, lo que por otra parte supone buena muestra de la estabilidad que ha ofrecido a una entidad sometida a serios y constantes vaivenes antes de su llegada. Conocido es que Simeone aterrizó con el equipo más cerca de la zona de descenso que de los puestos europeos en Liga, eliminado de la Copa por un Segunda B y, eso sí, clasificado para dieciseisavos de la Europa League. Conocido es también que se estrenó en Málaga, precisamente el feudo en el que el Atlético disputó hace apenas tres días el último de los 228 partidos oficiales que ha dirigido.
Precisamente El Cholo hacía un primer balance de su recorrido en la previa del choque disputado el pasado domingo en La Rosaleda, un día después de haber visto en la comida de Navidad del club un vídeo sobre los mejores momentos de los últimos años: "El crecimiento ha sido brillante, enorme, con gran trabajo de un montón de gente involucrada dentro del club. Eso nos emociona y nos entusiasma, pero no nos saca del foco. En fútbol dependemos todos del próximo partido que vamos a jugar. Se nos valorará por lo que hagamos". En ese sentido, el 1-0 de Málaga le ha llevado a las minivacaciones de estos días con un amargo sabor de boca.
Curiosamente 2015 ha sido el único año en el que el Atlético no ha firmado título alguno desde que llegó Simeone: en 2012 cayeron Europa League y Supercopa continental, en 2013 se conquistó la Copa del Rey y en 2014 se ganaron Liga y Supercopa española, más allá de que se jugara la final de la Champions.
Se cumplió escrupulosamente, eso sí, el principal objetivo deportivo marcado por el club para cada ejercicio: ser al menos tercero en el campeonato doméstico para acceder directamente a la fase de grupos de la Liga de Campeones posterior, con lo que eso supone además en cuanto a ingresos.
Empeñado en reinventarse. El balance de los mencionados 228 partidos, correspondientes a 152 de Liga, 47 de competiciones europeas, 25 del torneo del K.O. y cuatro de Supercopa en nuestro país, es de 144 victorias, 46 empates y 38 derrotas. El Atlético esta temporada sigue vivo en las tres competiciones, segundo en Liga con los mismos puntos pero un partido más que el Barça y clasificado para los octavos de la Copa y de la Champions, en los que se medirá respectivamente con Rayo y PSV.
Empeñado en reinventarse tras haber formado una plantilla joven, y con la necesidad de que entre Augusto y Kranevitter cubran a partir de ahora el vacío que ha dejado la lesión de Tiago, Simeone afrontará el tramo decisivo de campaña haciendo historia: si cumpliera el contrato que tiene hasta 2020, acumularía ocho años y medio en el banquillo del Atlético.
Fuente: marca.com
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